A pesar de que el coste del gas natural es actualmente inferior al de la electricidad, la alta eficiencia energética de las bombas de calor las convierte en una opción renovable muy competitiva en términos de coste de energía final consumida, ya que requieren menos energía para proporcionar la misma cantidad de calor.
La inversión inicial para instalar una bomba de calor es más elevada que la de una caldera de gas o de gasóleo, pero el ahorro energético durante su vida útil permite amortizar la diferencia en tiempos relativamente cortos y el ahorro de emisiones de GEI y de daño del medio ambiente es un aliciente más para hacer dichos cambios.
Energía renovable para producir electricidad
Europa no es productora de gas ni de petróleo, hecho que implica que los precios energéticos sean superiores a los precios de los países productores, impactando directamente en la competitividad de la economía. El despliegue masivo de generación de electricidad renovable permite reducir los precios de la electricidad.
El siguiente paso lógico sería utilizar esa electricidad más barata en sectores como el transporte, la industria y los edificios utilizando vehículos eléctricos, bombas de calor para la climatización de los edificios o transformando procesos productivos que consumen combustibles fósiles en la industria.
Appa Renovables ha publicado el informe «El momento de la Electrificación» en el que plantea la electrificación como una alternativa más eficiente y económica frente a las soluciones tradicionales. Un hogar electrificado permite reducir el coste energético un 64%, lo que equivale a 1.433 € anuales. El coste anual del vehículo eléctrico es entre 3,8 y 5,8 veces inferior a uno de gasolina, lo que supone que un turismo en España ahorre entre 920 y 1.300 € anuales en costes de energía.
La alta eficiencia de las bombas de calor las convierte en la opción más competitiva para la climatización en términos de coste de energía final consumida, ya que requieren menos energía para proporcionar la misma cantidad de calor. Instalar una bomba de calor en sustitución de una caldera de gas natural puede suponer un ahorro de hasta 380 € al año en energía. La electrificación es una oportunidad de país para atraer nuevas industrias como centros de procesamiento de datos y otras industrias electrointensivas.
Para que la electrificación sea posible se necesita promover:
- Una fiscalidad basada en el principio de «quien contamina paga», eliminando impuestos de la factura eléctrica como el Impuesto Especial de la Electricidad, y el Impuesto sobre el Valor de la Producción de Energía Eléctrica (IVPEE) del 7%, ya que desincentivan el desarrollo de nuevos proyectos renovables.
- Desgravaciones fiscales en el IRPF y en el Impuesto de sociedades para deducir inversiones en electrificación.
- Redes eléctricas que faciliten la conexión de nuevas demandas de electricidad, priorizando puntos estratégicos como puertos, aeropuertos, nodos logísticos y polos industriales.