Nos hemos vuelto cada vez más dependientes de la energía, pues la usamos para prácticamente todo, sin embargo, muchas veces no sabemos de donde sacar más, especialmente si se trata de energía limpia. Pero ahora un descubrimiento nos da una nueva esperanza, pues han encontrado energía infinita en unas minas abandonadas, pero ¿Cómo es posible esto? Acá te lo contamos.
Buscando energía infinita
Las energías limpias como la solar y la eólica, se han vuelto muy populares especialmente entre quienes buscan ahorrar dinero y cuidar nuestro planeta, pero mientras buscamos nuevas formas de almacenarla, la respuesta podría estar escondida en las profundidades de la Tierra, justo donde menos se esperaba.
Hablamos de las antiguas minas abandonadas, esas grandes cicatrices dejadas por la industria en el paisaje de todo el planeta, los pozos profundos, que antes estaban llenos de maquinaria y minerales, parecían condenados a ser simplemente un recuerdo del pasado.
Resulta que un nuevo estudio científico ha revelado que estas infraestructuras olvidadas tienen un potencial inmenso y podrían transformarse en algo completamente nuevo y vital: gigantescas baterías capaces de guardar electricidad.
La idea de esta fuente de energía infinita no requiere de materiales exóticos ni de tecnología espacial. Es una solución simple, de bajo costo, fácil de implementar y que además, daría una nueva vida y empleo a las comunidades que sufrieron el cierre de las minas.
El descubrimiento que lo cambia todo
El descubrimiento que lo cambia todo es el sistema de almacenamiento de energía gravitatoria subterránea (UGES). Esta energía «infinita» se obtiene usando la fuerza de gravedad dentro de los pozos mineros, un logro tan impresionante como la creación de energía con agua sucia.
Funciona subiendo y bajando contenedores llenos de arena a través de los viejos túneles. Cuando la arena desciende, la energía del movimiento se convierte en electricidad, alimentando la red de una forma limpia y constante.
Básicamente, cuando hay un exceso de energía renovable en la red (por ejemplo, mucho sol al mediodía), esta energía se usa para subir los contenedores de arena a la superficie. Al subir la arena, la energía se guarda y puede esperar ahí por meses o años.
Luego, cuando se necesita mucha electricidad (por ejemplo, por la noche), se hace lo contrario. Los contenedores de arena bajan lentamente por el pozo. Las máquinas que controlan la bajada funcionan como generadores, produciendo electricidad y enviándola de vuelta a la red.
La cantidad de energía que pueden guardar estas «baterías de mina» es inmensa. Los expertos creen que, a nivel mundial, esta tecnología podría guardar una cantidad de electricidad equivalente a casi todo lo que el mundo consume en un día.
Una solución rentable para todos
Lo mejor del sistema UGES es que es muy barato y muy sencillo de usar, porque no tienen que construir todo desde cero, pues básicamente aprovechan la infraestructura de la mina que ya estaba allí, lo que ahorra muchísimo dinero.
Pero eso no es todo, porque esta tecnología no es solo útil para guardar electricidad, también tiene un impacto social muy positivo. Cuando una mina se ve obligada a cerrar, miles de personas pierden su trabajo y la zona queda muy afectada económicamente.
El sistema podría darle una segunda oportunidad a esos lugares, reactivando la economía al crear nuevos puestos de trabajo, de hecho, esto ya se está probando, hay proyectos piloto en marcha, como el que está desarrollando la empresa Gravitricity en una mina de Finlandia llamada Pyhäsalmi.
Sin duda el descubrimiento de la energía gravitatoria en las minas abandonadas cambia radicalmente la búsqueda de energía limpia. Al usar la estructura que ya estaba bajo tierra y una ley tan simple como la gravedad, la humanidad puede asegurarse una manera de guardar energía limpia de forma constante. Esto nos demuestra que las mejores a veces están justo delante de nosotros, tal como le sucedió a Italia con la creación de este increíble artefacto.
















