El auge de la energía renovable es notorio. En un mundo cada vez más preocupado por el avance del cambio climático, intercambiar los combustibles fósiles por energía renovable es imperante. Igual que una vez dependimos del carbón y el petróleo para darle impulso a revoluciones industriales, hoy estamos frente a una nueva revolución: la transición hacia la energía renovable.
Este tipo de energía se está convirtiendo en algo popular como respuesta a un mix de factores: crisis climáticas, innovación tecnológica y una conciencia ambiental más clara. Optar por algún tipo de energía renovable, como la solar, eólica o hidráulica es apostar por energías que no se agotan.
A diferencia de lo que algún día pasará con los combustibles fósiles finitos, el Sol seguirá brillando en el cielo y el viento soplando. Aprovechar dichos escenarios garantiza un abastecimiento energético estable. Sumado a esto, la energía renovable permite que los países, junto con sus respectivos ciudadanos, se vuelvan más independientes.
Los territorios que dependen de una red eléctrica centralizada están más expuestos ante cortes de luz y fluctuaciones de precios. Denominamos energía renovable al tipo de energía obtenida a partir de fuentes naturales visualmente inagotables, ya sea por la gran cantidad de energía que albergan o porque pueden producirse a través de medios naturales. En la búsqueda constante de nuevas formas de energía renovable, ha surgido una que podría radicar en el lugar menos pensado.
Nunca reparaste, pero podrías contar con energía renovable en este lugar
Si te sorprendió lo que te contamos sobre esta energía renovable para climatizar el hogar, no puedes perderte la nueva energía que emerge de una ubicación en la que nunca hubieras reparado.
En las profundidades del intestino o enterradas en sedimentos sin aire, ciertas bacterias han hallado una forma impactante de sobrevivir: expulsan electrones como si “respiraran” electricidad.
De forma literal, estas bacterias realizan una transferencia de electrones a su entorno como parte de su metabolismo, algo parecido a la acción ejecutada por una pila al producir corriente.
A este tipo de respiración se la denomina “respiración eléctrica” y se la ha detectado en ciertos microbios especializados. Sin embargo, un nuevo estudio publicado en Cell pone de manifiesto que Escherichia coli, una bacteria común en biotecnología y en el cuerpo humano (a través de la carne cruda) también es capaz de realizar esta acción.
El hallazgo cambia radicalmente la visión acerca de cómo funcionan los metabolismos bacterianos en ausencia de oxígeno. Lo más llamativo es que esta manera de producir energía está basada en una molécula llamada HNQ (2-hidroxi-1,4-naftoquinona), que se comporta como un discreto mensajero eléctrico en el interior de la célula.
Este nuevo tipo de energía revoluciona el sector
La respiración celular convencional requiere de oxígeno, que actúa como receptor final de electrones en una cadena de reacciones liberadora de energía.
En instancias en las que el oxígeno es inexistente, las bacterias han creado otras maneras de cerrar ese ciclo vital. Lo que se ha descubierto ahora es que determinadas cepas E.coli pueden deshacerse de sus electrones sobrantes expulsándolos al exterior mediante un circuito eléctrico.
Para efectuar este recorrido, utilizan como intermediaria la molécula HNQ. El procedimiento se conoce como transferencia extracelular de electrones (EET, por sus siglas en inglés). En el laboratorio, los profesionales ubicaron bacterias sobre superficies conductores y analizaron cómo originaban corriente eléctrica.
El fenómeno sucede cuando la bacteria oxida una fuente de carbono como el glicerol o el piruvato, y emplea la HNQ para transferir los electrones al exterior, donde un electrodo los toma.
Aplicación real de este tipo de energía renovable
Los resultados evidenciaron que la principal fuente de electrones en este procedimiento es el NADH, una molécula esencial en el metabolismo energético.
Según los autores del estadio, este tipo de metabolismo podría aplicarse en sensores bioelectrónicos, tratamiento de aguas residuales o procedimientos de biorremediación. Además, abre nuevos caminos en cuanto a energía limpia se refiere.
De esta manera, la energía renovable podría radicar en el lugar menos pensado: bacterias que “respiran” electricidad como si fueran pilas. Otra noticia sorprendente sobre este tipo de energía, es la que llega desde Alhendín, donde un parque solar es pionero en la integración de la energía renovable con la agricultura.
