España observa detenidamente al otro lado del mar a causa de un experimento que sigue su curso en el desierto. La transición energética hacia una matriz más sostenible y menos dependiente de los combustibles fósiles conforma uno de los desafíos más grandes con los que se ha topado la humanidad.
Bajo este marco, la energía termosolar surge como una solución prometedora, capaz de producir electricidad de forma eficiente y limpia.
La energía termosolar, también denominada energía solar concentrada (CSP), usa espejos o lentes con el fin de concentrar una imponente cantidad de luz solar en un discreto receptor, produciendo calor que se transforma en energía eléctrica.
A diferencia del proceso intermitente que tiene lugar en la fotovoltaica, la termosolar es capaz de almacenar energía en forma de calor, permitiendo que se origine electricidad incluso en circunstancias en las que el Sol no está brillando en lo más alto.
Entre las ventajas de su uso encontramos una alta eficiencia en la conversión de calor a electricidad, capacidad de almacenamiento térmico que amplía la producción de energía, disminución de la dependencia a los combustibles fósiles y contribución a la reducción de emisiones contaminantes a la atmósfera.
España mira cómo Marruecos usa la energía termosolar en el desierto
Tras la construcción de la primera planta termosolar de Latinoamérica, ahora la mira está puesta cerca de España, concretamente en la planta termosolar Noor III en Marruecos. Dicha instalación ya ha vuelto a operar después de 14 meses de parón por avería.
En febrero de 2024, interceptaron una fuga en el tanque de sal fundida caliente, un elemento esencial para la producción y almacenamiento térmico. Por eso, hasta hace poco la central no había retomado sus actividades.
La central solar termoeléctrica Noor III, con capacidad de 150 megavatios, parte del complejo solar de Uarzazate al sur de Marruecos, ha recuperado su operatividad.
El anuncio llegó de parte de la Agencia Marroquí para la Energía Sostenible (Masen), que expuso el año pasado lo sucedido con la fuga “en el tanque de sal fundida caliente, un componente clave para la producción y almacenamiento térmico”.
Este proyecto termosolar cerca de España vuelve a estar activo
Masen es la encargada de instaurar los proyectos de energías renovables en el país cercano a España, título con el que manifestó que la avería detectada necesitó de una intervención de “alta tecnología” para su reparación.
Además, agregó que en la actualidad se está levantando un nuevo tanque para consolidar la infraestructura. “La puesta en servicio siguió un enfoque riguroso, movilizando la experiencia técnica de Masen y sus socios, intervenciones específicas y operaciones de control reforzadas”.
“Cada etapa se llevó a cabo cumpliendo con los requisitos de seguridad y protección, con una preocupación constante por garantizar condiciones de reinicio controlado y un funcionamiento óptimo de la instalación”, informaron vía comunicado.
Funcionamiento de la central termoeléctrica de Marruecos, “a un paso” de España
La central solar de Marruecos, llevada adelante por el grupo Sener y puesta en marcha en 2018, basa su funcionamiento en la tecnología de concentración solar. Usa “desde espejos de helióstatos hasta una torre central”.
Asimismo, el almacenamiento de calor se hace a través de sales fundidas a temperaturas de hasta 565ºC con el propósito de crear electricidad incluso cuando el Sol se pone.
En marzo del año pasado, la empresa saudí Acwa Power comunicó que la avería en Noor III supondría pérdidas de 45 millones de dólares (39 millones de euros). Por eso, España, a 802,72km de Marruecos en distancia de vuelo, ha sido testigo de lo sucedido.
Al otro lado del mar, España mira la actividad de esta planta marroquí, un experimento que continúa en el desierto. En paralelo, Abengoa bate récord con Xina Solar One, su tercera planta termosolar en Sudáfrica.