Muchos pensaban que el gas más contaminante ya no tenía retorno, pero puede tener una segunda oportunidad. De hecho, puede que tú termines utilizándolo. La gasolina artificial en la que está poniendo el foco la Unión Europea fue un caso llamativo para todos, pero esto podría convertirse en toda una revolución.
Hoy, una de las metas del ser humano es alcanzar la descarbonización del planeta. Es por eso por lo que diferentes fábricas están concentrando su atención en el desarrollo y posterior comercialización del coche eléctrico, visto como una forma de movilidad más sostenible a lo que estamos acostumbrados.
También hay otras opciones, como los coches de pila de combustible y los combustibles renovables. En definitiva, el objetivo es dejar de depender de los combustibles fósiles que emiten CO2 al medioambiente.
El gas más contaminante tiene una segunda oportunidad: no creerás lo que puede lograr
Uno de estos combustibles puede contribuir a la llegada da una verdadera economía circular: el biometano. Este es un gas renovable que se desarrolla a partir del biogás. Posee un alto contenido de metano y su composición es muy parecida a la que tiene el gas natural.
Proviene del biogás, que a su vez se obtiene a partir del tratamiento de residuos, por lo que es un combustible renovable. Su obtención se realiza a partir de la descomposición de restos orgánicos. La mayoría de ellos vienen de residuos que producimos nosotros, los seres humanos.
Un ejemplo son los residuos “creados” en el ámbito doméstico o derivados de sectores industriales, como el agrícola o ganadero.
El biogás obtenido es sometido a upgrading, un proceso que hace uso de diferentes técnicas como el cambio de presión, la absorción del carbono activo, absorción química, uso de membranas y métodos biológicos. Así es posible separar el CO2 y el resto de los compuestos para lograr la concentración y purificación del metano.
¿Para qué se utiliza el biometano?
El biometano tiene una composición muy parecida al gas natural y, por lo tanto, su poder energético también resulta similar. Es decir, es posible sustituir el gas natural por el gas biometano para usarlo en calefacción o para producir energía en hogares e industrias.
También existe la posibilidad de emplearlo como combustible para coches de gas natural comprimido (GNC) y gas natural licuado (GLP) o para la producción de electricidad en centrales eléctricas de ciclo combinado. Incluso es viable para la generación de hidrógeno verde.
La segunda oportunidad del que era el gas más contaminante sorprende: puedes utilizarlo en tu coche
El biometano juega un papel fundamental en la movilidad ya que puede usarse como combustible. Optando por él, los gases de efecto invernadero emitidos a la atmósfera serán mentores.
Emite un 80% menos de CO2 que los vehículos de gasolina. No obstante, cabe destacar que solo pueden utilizarlo aquellos automóviles preparados para funcionar con gas.
Ya hay varios países que han apostado por el uso de este combustible en transportes urbanos e industriales. Esto es especialmente importante, ya que estos transportes necesitan hallar una opción diferente a los automóviles eléctricos. Aunque son vehículos más sostenibles, tardan mucho tiempo en cargar su batería.
Ventajas del biometano
En este contexto, el biometano puede ser esa solución que tanto tiempo se ha esperado. Es un gas renovable, cuya obtención no contamina y, además, estamos reutilizando residuos que hemos creado nosotros mismos.
Además, este gas no necesita nuevas instalaciones para ser transportado. Al ser tan parecido al gas natural, pueden aprovecharse las redes de gasoductos ya existentes, evitando grandes inversiones. Asimismo, el biometano reduce la dependencia energética de otros países.
De esta manera, el gas más contaminante tiene una segunda oportunidad y nos abre un nuevo mundo que muchos ya se han animado a explorar. Si lo que se puede lograr con este gas te ha sorprendido, espera a ver la superturbina que mezcla gas natural con otro combustible y abastece 500.000 hogares. ¡El sector está imparable!