La energía eólica y la estabilidad del sistema eléctrico: el nuevo pilar del mix energético

Publicado el: 23 de diciembre de 2025 a las 08:12
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Parque eólico que contribuye a la energía eólica y la estabilidad del sistema eléctrico en España

La energía eólica se ha consolidado en las últimas décadas como uno de los pilares fundamentales del mix energético global. Su rápido desarrollo tecnológico, junto con la necesidad urgente de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, ha impulsado su integración masiva en los sistemas eléctricos.

Sin embargo, este crecimiento también ha planteado nuevos retos, especialmente en lo que respecta a la estabilidad y fiabilidad de la red eléctrica.



Tradicionalmente, la estabilidad del sistema eléctrico dependía de grandes centrales térmicas e hidráulicas, capaces de regular la frecuencia y responder rápidamente a las variaciones de la demanda. La energía eólica, al ser una fuente renovable variable y dependiente de las condiciones meteorológicas, introduce una mayor incertidumbre en la generación.

La energía eólica y la estabilidad del sistema eléctrico en España

La seguridad y estabilidad del sistema eléctrico es una tarea en la que todos los actores que participamos en él debemos aportar y la energía eólica está a la vanguardia en esta responsabilidad.  



Sin embargo, este crecimiento también ha planteado nuevos retos, especialmente en lo que respecta a la estabilidad y fiabilidad de la red eléctrica.

El compromiso del sector eólico es firme tanto para que los parques existentes como para los de nueva instalación se integren de forma sólida. 

La energía eólica es la principal tecnología de generación eléctrica de nuestro país, con una potencia instalada de 31.679 MW, lo que consolida a España como segundo país europeo por capacidad eólica acumulada y sexto a nivel mundial.

Los más de 1.400 parques eólicos cubren el 24% de nuestra demanda eléctrica y están distribuidos en 868 municipios, un 11% del total de los municipios en España.

Sus características intrínsecas de generación, con patrones de producción de electricidad distribuidos en el territorio, y con un funcionamiento progresivo y no al unísono en determinadas franjas horarias, han permitido su integración en el sistema sin incidencias durante los últimos 25 años, aportando energía durante todas las horas del día de forma predecible y sin sobresaltos. 

La tecnología eólica es ampliamente conocida y aceptada. Está presente desde hace más de 25 años en nuestro mix, colaborando en los servicios necesarios para garantizar una seguridad de suministro y estabilidad del sistema, y adaptándose constantemente a los requisitos técnicos necesarios. La tecnología ha evolucionado mucho desde su origen.

Una de las evoluciones más trascendentes surgió en 2018 con la aprobación de los nuevos códigos de red europeos y, desde entonces, la potencia eólica instalada cumple con unas capacidades en el control de los aerogeneradores que permiten maximizar su integración en los sistemas eléctricos sin comprometer su estabilidad.

Por tanto, en la actualidad conviven diferentes evoluciones tecnológicas eólicas en nuestro sistema, sin que suponga reto tecnológico alguno. 

Control de tensión y frecuencia en el sistema eléctrico

Para la operación segura de cualquier sistema eléctrico – máxime en un sistema como el ibérico por su bajo nivel de interconexión- hay dos parámetros básicos, que deben ser gestionados de forma adecuada y meticulosa: la frecuencia y la tensión.

Una de las evoluciones más trascendentes surgió en 2018 con la aprobación de los nuevos códigos de red europeos

Ambos son igualmente críticos, pero quizás la tensión ha cobrado mayor protagonismo en la actualidad tras el apagón de abril de este año. Es por tanto el control de la tensión – y específicamente el control en tiempo real – el reto que más esfuerzos está demandando.

Todo esto se está plasmando en desarrollos normativos recientes, como hemos visto en el famoso Procedimiento de Operación (P.O.) 7.4, que marca el «qué» (seguimiento de consignas de tensión y/o en energía reactiva, pagos, penalizaciones), pero también en el futuro P.O.12.2 y las especificaciones técnicas de detalle, que definirán el «cómo» (criterios de validación/aceptación, monitorización del comportamiento esperado, etc.). 

El futuro de la operación del sistema eléctrico

Además, la combinación de la energía eólica con sistemas de almacenamiento, como baterías o centrales hidráulicas reversibles, refuerza la estabilidad del sistema eléctrico. Estas soluciones permiten gestionar la variabilidad del viento, almacenar excedentes de energía y garantizar el suministro en momentos de baja producción.

Asimismo, la digitalización de las redes y el desarrollo de redes inteligentes facilitan una integración más eficiente y segura de la generación eólica. En este contexto, la energía eólica deja de ser un simple complemento y se convierte en un elemento estructural del sistema eléctrico moderno.  Seguir leyendo en EFE/ ECOticias.com

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