Las comunidades energéticas locales (CEL) son proyectos colectivos en que personas, empresas y/o ayuntamientos se asocian para gestionar su propia energía. Sirven para fomentar la generación renovable distribuida y el desarrollo local, y permiten que la ciudadanía sea una pieza clave en la reestructuración del sistema energético.
La comunidad energética es una solución innovadora y de carácter participativo, que promueve un mejor aprovechamiento de los recursos naturales. Integra diferentes fuentes de energía renovable para reducir la dependencia con respecto a los combustibles fósiles, a la vez que disminuye la emisión de los indeseados gases de efecto invernadero.
A través de las comunidades energéticas se democratiza el acceso a la energía. Con ellas, los ciudadanos dejan de ser meros consumidores y pasan a ser también productores y gestores de su propia electricidad.
Comunidades energéticas: solución ambiental sostenible
La Asociación de Desarrollo Integral de la Manchuela Conquense (Adiman) va a impulsar la creación de 31 comunidades energéticas en pueblos de La Manchuela Conquense para contribuir al modelo de transición energética, según decidió en la asamblea general en la que se aprobó la memoria correspondiente al año 2024.
Para la articulación de comunidades energéticas se creará una estructura de 31 cooperativas de primer grado y una cooperativa de segundo grado comarcal con fondos del Grupo de Desarrollo Rural, ha informado la entidad en un comunicado.
El presidente de Adiman, José Luis Merino, ha explicado que se trata de un proyecto «muy importante» para la comarca porque «nos dará soberanía energética y se podrá reducir los costes energéticos de empresas, hogares y ayuntamientos” y ha agregado que las comunidades energéticas «son un motor de desarrollo en el medio rural, que pueden contribuir a generar empleo, a fijar población y a reducir la vulnerabilidad energética de las zonas rurales».
Otros proyectos que se abordaron en la asamblea general de Adiman son unos cuadernillos didácticos destinados a los centros educativos de la comarca, la web de emprendimiento Adiman oportunidades, la creación de una plataforma de Inteligencia artificial o la señalización del territorio Leader y de distribución de botellas y envases para concienciar sobre el uso del agua y el no desperdicio alimentario.
En cuanto a la memoria de 2024, Adiman recibió un total de 347 solicitudes de ayudas, de las que fueron aprobadas 167 y, además, 68 se derivaron a otras líneas de ayudas y se atendieron 45 consultas relacionadas con proyectos que finalmente no se presentaron.
Inversiones realizadas por autónomos y empresas
Los 167 expedientes aprobados recibieron ayudas por un importe de más de 5,1 millones de euros y movilizaron una inversión en el territorio superior a los 11,6 millones de euros, de los que 8,3 millones corresponden a inversiones realizadas por empresas y autónomos de la comarca.
Las inversiones más importantes fueron de empresas no agrícolas, que movilizaron una inversión de más de 6,3 millones de euros en el territorio, seguida de proyectos de la industria agroalimentaria, con una inversión de más de 1,9 millones de euros; y las pequeñas infraestructuras locales, con una inversión de casi 1,5 millones de euros.
Asimismo, en la programación 2014-2022 Adiman ha firmado convenios y ha recibido ayudas institucionales por un valor superior a los 468.000 euros, entre ellas de la Consejería de Agricultura (82.183 euros) para apoyar el trabajo del equipo técnico y de la Diputación de Cuenca para prestar asistencia técnica a los ayuntamientos para poder optar a fondos europeos (99.703 euros) y para los proyectos de cooperación internacional al Desarrollo en el sur de Bolivia (21.400 euros).
Merino ha señalado que Adiman ha conseguido avanzar «en los tres grandes desafíos que tenemos para el territorio como son la lucha y adaptación al cambio climático, la lucha contra la despoblación y la digitalización» y ha agradecido el apoyo «constante» de la Junta de Comunidades y de la Diputación Provincial de Cuenca.
La asamblea aprobó las cuentas de 2024 y el presupuesto para 2025, además de la incorporación de dos nuevos socios: la Asociación Mirando al Futuro de Cuenca, que es una asociación juvenil de Pozoamargo, y la Asociación Guijarro Vive, un colectivo cultural de Casas de Guijarro. EFE / ECOticias.com