Por 320 000 millones, Marruecos abrió la puerta y España decidió reclamar lo suyo. La transición hacia la adopción de energías sostenibles es un cambio transformador en la manera de producir, distribuir y consumir energía. Se busca dejar de lado los combustibles fósiles y tomar un sistema basado en fuentes de energía renovables, como la solar, eólica, hidroeléctrica y geotérmica.
Esta modificación es crucial para brindar una respuesta certera a la crisis climática, dado que siguen utilizándose combustibles fósiles a escala global. Durante el proceso, se liberan inmensas cantidades de gases que tienen como resultado el calentamiento del planeta, como el dióxido de carbono y el metano.
En síntesis, la transición hacia una energía sostenible busca transformar el sistema energético mundial para combatir el cambio climático y, al mismo tiempo, incentivar el desarrollo sostenible. Ya son varios países involucrados en esta exhaustiva búsqueda, entre ellos Marruecos y España, que están a punto de verse como uno solo a nivel energético.
Marruecos ha abierto una puerta energética inigualable y España va detrás
La pretensión de Marruecos es que las energías renovables supongan el 52% de su capacidad instalada para 2030. En la actualidad, este porcentaje se encuentra situado en un 45%, por lo que, para llegar a lo estimado, quiere conseguirlo por medio del hidrógeno verde. Entre las compañías seleccionadas para encabezar esta propuesta hay varias firmas españolas.
Un comité del gobierno marroquí ha escogido cinco consorcios para crear 6 proyectos de hidrógeno verde que harán posible la producción de amoníaco, acero y combustible industrial. La inversión ha llegado a un total de 319 000 millones de dírhams (32 500 millones de dólares), que abarca la participación de empresas de diversos países, entre ellos España: Acciona y Cepsa.
Esta reunión se encuentra enmarcada en la “Oferta de Marruecos”, donde estas operaciones se llevarán a cabo en las 3 provincias del sur de Marruecos, que incorporan las áreas de Dakhla-Rio de Oro, Laayoune-Sakia El Hamra y Guelmim-Noun. Todas estas zonas se localizan en el Sáhara Occidental ocupado.
En definitiva, un proyecto que puede unir a España y Marruecos más allá de las aguas verdes generadas por este extraño Ferry.
Marruecos presenta una nueva realidad energética: España está dispuesta a acompañarlo
Actualmente, Europa pasa por una profunda crisis debido a la falta de gas. La posible reapertura del polémico Nord Stream 2 le genera grandes inconvenientes, porque esto significa que será dependiente de Estados Unidos y Rusia.
Sin embargo, los estados miembros de la UE continúan buscando opciones para obtener suministro de gas y en este punto toma relevancia el hidrógeno verde. Marruecos ha visto en este contexto una puerta para formar parte del Pacto Verde de la Unión Europea, que estipula un objetivo de importar 10 millones de toneladas de hidrógeno renovable para 2030.
Así, el país norafricano se transforma en un agente clave para la unión. Aunque Marruecos se ve como un socio atractivo en términos de transición energética, su reciente decisión de ceder a Israel 34 000 km2 en el Atlántico para la explotación de gas ha producido una importante controversia en España.
Marruecos ha abierto una puerta millonaria que España está dispuesta a utilizar
Esta medida ha tenido como consecuencia tensiones diplomáticas, puesto que las aguas cedidas podrían entrar en conflicto con áreas de interés del país ibérico. Adicionalmente, España tiene varios puntos en su orografía de hidrógeno verde pasando a ser un competidor directo. Es más, casi el 40% de los 5200 MW en proyectos de hidrógeno presentados en Europa llegan desde España.
No obstante, los proyectos no se encuentran libres de polémica, por lo que el gobierno marroquí ha anunciado que brindará hasta 30 000 hectáreas de tierra a cada proyecto cuando quede firmado un acuerdo preliminar para el levantamiento de plantas de electrólisis.
La zona en la que van a realizar su actividad es un área disputada y ahora las compañías españolas, Acciona y Cepsa, van a operar en esta zona, algo que podría incrementar las tensiones diplomáticas con España y el Sahara. Además, el hecho de que Marruecos explote espacios en el Sahara Occidental para iniciativas internacionales podría provocar mucha más tensión política y territorial.
Por casi 320 000 millones, Marruecos abrió la puerta y España está dispuesta a reclamar su parte en el sector energético. Asimismo, Marruecos también está retumbando en el sector del automóvil tras descubrir la tecnología para los coches del futuro.




















