Nuestro planeta está lleno de hermosas sorpresas, por ejemplo, la colosal reserva mejor que el hidrógeno. Así como esta, cada día se descubren más cosas, esta vez se trataría de una mina de diamantes, lo cual inicialmente ya suena hermoso, aunque en realidad los diamantes no son lo más asombroso, pero entonces ¿Qué es lo que tiene?
Más que una mina diamantes
Se trata de la mina de diamantes Diavik, ubicada 186 millas al noreste de Yellowknife, Canadá. Lo increíble de esta mina es que no sólo destaca por su producción de diamantes, sino también por su compromiso con la sostenibilidad.
La mina de diamantes Diavik es trabajada por una empresa conjunta entre Rio Tinto y Dominion Diamond Diavik Limited Partnership. La mina comenzó a operar en enero de 2003 después de la construcción de los primeros tubos de kimberlita.
Esta mina, es una de las más grandes del mundo y es considerada una fuente muy importante de empleo y crecimiento económico para la región, sin embargo, la extracción de diamantes requiere grandes cantidades de energía, lo que implica un gran desafío ambiental.
Pero, al parecer Canadá ya ha dado solución a este problema, con una innovación que marcará un hito en la historia de la energía renovable del país.
Una construcción sostenible
Se trata de la construcción de una planta solar en la mina de diamantes Diavik. Esta planta es la más grande en la región y su construcción finalizó el año 2024. Lo más increíble, es que cuenta con 6.620 paneles solares, lo que generará aproximadamente 4,2 millones de kilovatios-hora anuales.
La construcción inició en febrero de 2024, gracias a un contrato establecido con Solvest Inc. y la Corporación de Inversiones Tlicho. Esta colaboración destacó la importancia de trabajar en equipo con las comunidades locales, pues aproximadamente el 30% de la fuerza laboral provino de la comunidad Tlicho.
Un gobierno comprometido con el medio ambiente
Por otra parte, la construcción de la planta en la mina de diamantes, también contó con el apoyo financiero del gobierno, este otorgó 3,3 millones de dólares canadienses a través del Programa de Subvenciones para la Inversión en la Reducción de Gases de Efecto Invernadero (GEI).
Además, es el primer proyecto en beneficiarse de esta financiación, la cual proviene de una parte del impuesto al carbono pagado por grandes emisores como Diavik. Esto sin duda, destaca el compromiso del gobierno con la reducción de emisiones y la transición a energías más limpias.
Cabe destacar que el proyecto permitirá reducir el consumo de diésel en un millón de litros por año, lo que a su vez disminuirá las emisiones de gases de efecto invernadero en 2.900 toneladas de CO2, lo que sería equivalente a retirar 630 automóviles de la carretera cada año.
Por su parte, Matthew Breen, director de operaciones de Diavik, mencionó la importancia de la planta no sólo para la sostenibilidad, sino también para la eficiencia energética de las operaciones mineras. Declaró: «Estamos orgullosos de liderar el camino para proyectos de energía renovable a gran escala en el norte de Canadá».
Un gran paso para la transición energética
Aunque el objetivo principal de la mina es reducir los diamantes, esta innovación en fuentes de energía renovables, muestra que incluso las industrias más tradicionales pueden hacer una transición hacia modelos más sostenibles.
Además, la construcción de una planta solar en una mina de diamantes, abre la posibilidad que otras empresas del sector minero sigan su ejemplo e inviertan en soluciones de energía renovable.
Por su parte, Rio Tinto afirmó que es posible equilibrar las necesidades energéticas de una operación con un compromiso con la sostenibilidad, creando un modelo que puede replicarse en otras partes del mundo.
En conclusión, la nueva planta de energía solar marcará un hito muy importante en la historia de la energía solar, al igual que el primer coche fotovoltaico. Este tipo de innovaciones demuestran lo eficientes que pueden ser estas energías y nos acercan cada vez a una transición energética sostenible.