España y Oceanía, dos lugares del mundo comprometidos por el avance de la transición energética, han recibido una importante lección. Lo han hecho al ver construida la instalación más grande del planeta. La noticia llega en un momento crucial para ambas localizaciones. Respecto al país ibérico, ha sido reconocido como el nº18 que muestra mayor avance hacia la transición energética.
La cifra del Foro Económico Mundial (WEF) representa un descenso de dos escalones respecto al puntaje obtenido en 2024. Por su parte, Australia (país de Oceanía) es un lugar lejano, por lo que sus condiciones resultan únicas para múltiples especies animales y vegetales.
Pese a esto, presenta un inconveniente. Cuando Australia intenta abastecer a sus habitantes de energía confiable, su aislamiento único pasa a ser un reto. La lejanía del país es el desafío. El país no tiene la posibilidad de conectarse a otra red eléctrica para conseguir energía de apoyo. Conforme Australia integra más energía solar y eólica a la red, asegurar la fiabilidad energética se convierte en prioridad.
El invento que podría cambiar el escenario de España y Oceanía
Esta batería logró desafiar la lógica con una carga capaz de abastecer 100 000 hogares. Pero nada se compara a lo que acaba de suceder en Australia, Oceanía. La superbatería Waratah ha registrado un hito de producción en la red de Australia.
Waratah tiene el título de unidad tecnológica más grande conectada a dicha red. Con estos términos, fijó un récord de producción de red para una batería de grandes dimensiones. El martes de la semana pasada, en varias oportunidades al mediodía, mandó hasta 396 MW a la red.
La cifra es el límite otorgado en su recién alcanzado punto de retención 3. Formó parte del procedimiento de trabajo durante el extenso mecanismo de puesta en servicio. Además, la superbatería Waratah también cargó a un ritmo de hasta 369 MW poco después, como parte de sus pruebas.
Estos números sobrepasan la capacidad nominal de la batería de mayores dimensiones de la red eléctrica australiana. Se trata de la Victoria Big Battery de 350 MW y 450 MWh, elaborada por Neoen y ahora propiedad de HMC Capital.
Características de Waratah, la batería que necesitan España y Oceanía
Waratah fue creada para desempeñarse como amortiguador de la red. Ostentará una capacidad de 850 y 1680 MWh.
La capacidad de almacenamiento es superada rápido por las dos baterías gigantes que se levantan en Collie, Australia Occidental. Sin embargo, sus 850 MW la transforman en el aparato más grande jamás visto para el abastecimiento de energía a la red.
La idea original era que Waratah estuviera lista a fines de marzo. La fecha era perfecta porque estaba cercana al cierre previsto del productor de carbón Eraring, en agosto de 2025. Cuenta con un contrato de 5,5 años para reservar el mayor porcentaje de su actividad a su rol de amortiguador gigante.
Permitiría así el abastecimiento a los principales centros de carga de Sydney, Newcastle y Wollongong. Sin embargo, el cierre de Eraring se retrasó por un mínimo de dos años tras un acuerdo del gobierno del estado de Nueva Gales del Sur.
Los próximos meses serán decisivos para Waratah. La batería tendrá que superar un mínimo de dos puntos de retención adicionales para completar el proceso de puesta en marcha.
Todavía no se sabe cómo los retrasos la ampliación de la fecha de cierre de Eraring incidirán sobre sus contratos con EnergyCo, cuyos detalles no se han hecho públicos.
Oceanía y España miran atentas lo que pasa en Australia
Esta superbatería forma parte del esfuerzo de Nueva Gales del Sur, estado de Australia, para asegurar la fiabilidad y la resistencia del suministro eléctrico conforme las plantas de carbón se retiran. La web de Hitachi Energy revela que se busca acotar las emisiones un 70% para 2035 y llegar al cero neto para 2050.
Una lección tanto para Oceanía como para España, dos territorios que buscan avanzar en el campo de la transición energética. En paralelo, Austria ha logrado sembrar baterías desgastadas.