China ha cubierto una montaña entera con paneles solares y ha generado un efecto que nadie esperaba. Se trata de un proyecto tan impactante como el de los Alpes, que amanecen cubiertos de paneles solares. En medio de una creciente preocupación por el avance del cambio climático y la necesidad de bajar las emisiones de gases de efecto invernadero, la energía solar se ha convertido en una solución clave para abordar los desafíos energéticos. Los paneles solares son vistos como la principal ‘herramienta energética’ para mitigar los problemas ambientales a nivel global.
Bajo estas circunstancias, China ha proliferado en el campo energético como uno de los líderes mundiales en el desarrollo y la instauración de la energía solar, jugando un papel vital en la transición hacia un futuro más sostenible y focalizado en las energías renovables.
Durante las últimas décadas, el país asiático ha experimentado un imponente crecimiento en este sector. Su rápido desarrollo ha sido impulsado con varios factores, entre los que se encuentran políticas gubernamentales favorables, avances tecnológicos y una progresiva conciencia acerca de la importancia de la sostenibilidad ambiental.
Una de las grandes contribuciones de China al mercado solar mundial es su capacidad para fabricar paneles solares a gran escala. El territorio ha logrado convertirse en el productor principal de paneles solares fotovoltaicos, fomentando una bajada considerable en los costos de la tecnología solar global. De hecho, las compañías chinas han conquistado el mercado de los paneles solares, permitiendo una expansión masiva que ya se ve reflejada en países de todo el mundo.
China ha cubierto una montaña entera de paneles solares: este ha sido el resultado
China ha sorprendido al mundo conectando a la red una planta solar de 8,6 MW. La noticia podría pasar desapercibida, dado que el sector ya está acostumbrado a recibir este tipo de noticias. Sin embargo, no ha sido así debido a la naturaleza de los paneles solares instalados en el país asiático, que están ‘confeccionados’ con células de perovskita. La instalación, que es la más grande del mundo construida con esta tecnología, está ubicada en la ladera de un monte de Lishui, en la zona rural de la provincia de Zhejiang.
En su totalidad, dispone de 95.648 paneles solares fabricados por MicroQuanta Semiconductor, una firma especializada en la fabricación y comercialización de células fotovoltaicas de perovskita que ya había realizado la apertura de otras instalaciones.
Respecto a sus módulos solares, contienen 90 W cada uno y están dispuestos de forma inclinada a 22 grados aprovechando la pendiente natural del terreno, que no estaba explotado. Ahora lo están al doble, ya que los paneles solares se elevan dos metros desde el suelo para combinar el uso agrícola del suelo con la producción solar.
Este proyecto agrovoltaico fue diseñado de manera específica para los veranos calurosos y lluviosos, además de los inviernos suaves que se viven en la región. MicroQuanta aportó que los módulos de perovskita registran un rendimiento más eficiente que de los paneles solares tradicionales en circunstancias de luz solar menos favorables, como las existentes en el sur de China. Aguantan más estas condiciones por su bajo coeficiente de temperatura, su capacidad de transformar una mayor parte del espectro y su rentabilidad.
China sorprende con una capacidad impactante en sus paneles solares
Con este proyecto de China en marcha, MicroQuanta Semiconductor sienta un precedente con unos paneles solares con un “efecto muy extraño”, que es un registro más alto del habitual en cuanto a rendimiento y eficiencia (con 8,6 MW en la planta solar, 90 W de potencia cada célula solar y material de perovskita). Una eficiencia que ni siquiera se vio en este país europeo que cubrió 250.000 hectáreas de paneles solares. El proyecto podía verse desde el espacio y, aun así, la iniciativa de China sigue siendo más impactante.