La energía fotovoltaica ha adquirido gran popularidad como fuente energética alternativa por sus características de ser limpia, sostenible, sin emisiones de gases de efecto invernadero y renovable. Sin embargo, se ha determinado que los paneles solares producen un efecto inesperado en las ciudades. Veamos.
Los paneles solares: ahora causan polémica por sus inesperadas consecuencias derivadas de su uso
Instalar paneles solares sobre los techos de las casas ha representado una solución frente a la crisis energética que se refiere tanto a la disponibilidad como a los costos. Estos son la mejor opción para el autoconsumo, pero ahora se ha detectado un inconveniente que trae para las estructuras.
El cual se refiere a que pueden hacer que las temperaturas se eleven, sobre todo en zonas urbanas con grandes densidades de personas. Así lo ha determinado un grupo multidisciplinario compuesto por científicos de varios países, los que se han dedicado al estudio de estos componentes y sus consecuencias en el clima.
Cómo estos elementos pueden afectar los niveles de temperatura
Esta investigación demuestra que los paneles solares absorben un 90 % de la radiación solar, pero solo convierten en electricidad alrededor del 20 %. El problema es que el 70 % no lo reflejan, sino que lo retienen por lo que incrementan el calor en la estructura donde se apoya.
En este caso, en el techo de la casa que al no estar aislado deja pasar el calor hacia el interior. Esta situación provoca un incremento de temperatura que puede ir desde 1 a 2 °C. Tal y como reflejan las pruebas hechas en varias ciudades donde existe la masificación de esta energía.
Por ejemplo, en Sídney se observó un incremento de 1,9 °C, en Austin, de 1,7 °C y en Calcuta 1,5 °C. Esto durante el día, luego se realizaron las mismas mediciones en la noche a fin de comprobar si eran los módulos solares los causantes de este fenómeno y se encontró lo siguiente.
Hubo una disminución de la temperatura promedio de 0,6 a 0,3 °C en Sídney, Austin y Calcuta. Con estos resultados se demuestra que la presencia de placas solares está directamente relacionada con el incremento de calor en las áreas urbanas. Pero… ¿cómo funciona el efecto calor en las ciudades?
Este incremento ocasionado por los módulos solares crea variaciones en las condiciones atmosféricas cerca del suelo donde se encuentra la atmósfera de la ciudad, afectando las brisas marinas lo que se suma como un factor de la llamada “isla de calor” que sube la temperatura de manera constante.
A esto se le debe agregar la vulnerabilidad de la urbe por la retención de calor ocasionada por diferentes fuentes como emisión de gases de los coches, equipos de aire acondicionado, asfalto caliente, etc. y ahora las placas solares. Es de señalar que estos últimos contribuyen a que la temperatura disminuya en las noches.
Esto es porque el calor que se han acumulado en el día, tiende a ser disipado más rápidamente. Paradójicamente, este efecto inesperado también conspira en contra de los mismos paneles solares y es que el calor acumulado hace que su eficiencia disminuya. De hecho, esta es menor con cada grado de temperatura sobre los 25 °C.
La forma de análisis para llegar a esta conclusión
El grupo de investigación desarrolló un modelo evaluador de los efectos de los paneles solares en los techos de las casas. El mismo consiste en un programa de predicción del clima, el que analiza el consumo energético de los edificios midiendo su afectación al entorno de la ciudad.
En definitiva, si bien los paneles solares representan una solución para el autoconsumo eléctrico, también tienen efectos negativos en los niveles de calor en las ciudades puesto que lo aumenta. Por lo tanto, antes de instalar este sistema se debería estudiar esta consecuencia y que tan grave sería.
