España ha descubierto cómo terminar con el petróleo del planeta. La noticia sobre el “petróleo dorado” fue todo un hito para el territorio español, algo que se vuelve a repetir con esta revelación. El petróleo es un recurso natural incluido en la categoría de combustibles fósiles. Aunque continúa siendo una de las mayores fuentes energéticas utilizadas, se torna necesario que nos vayamos desprendiendo de él para afrontar nuevas formas de abastecimiento más limpias.
De entre todos los combustibles fósiles, el petróleo es uno de los más utilizados. A diferencia de las energías solar y eólica, que son renovables, el petróleo se considera un recurso no renovable. Es decir, no hay reposición o esta es extremadamente lenta, de manera que no puede compensar el consumo realizado por el ser humano. Se hallan en la naturaleza en cantidades limitadas.
Esta es una razón más para encontrar vías alternativas para abastecerse energéticamente, dado que, además de tratarse de un recurso contaminante, no se renueva.
España sabe cómo acabar con el petróleo
Un invento español pretende terminar de raíz con la dependencia del ser humano a los combustibles fósiles. Se han creado unas baterías termofotovoltaicas capaces de almacenar grandes cantidades de electricidad renovable. Aunque el mundo es consciente de la necesidad de recurrir a las renovables, existe un problema tecnológico aún sin solventar: no se conoce un sistema capaz de almacenar y producir esta energía bajo demanda de manera económica.
Un grupo de investigadores españoles del Instituto de Energía Solar de la Universidad Politécnica de Madrid (IES-UPM) ha descubierto un sistema de baterías fotovoltaicas que podría ser la solución. Tiene un enorme potencial de almacenamiento durante largos períodos de tiempo a bajo coste y brinda calor y electricidad bajo demanda.
Este hallazgo fue descrito en un artículo llamado Baterías termofotovoltaicas de calor latente publicado en la revista científica Joule. El sistema hace uso de la producción excedente a partir de energías renovables intermitentes, como la solar o la eólica, para fundir metales baratos, como el silicio o las aleaciones de ferrosilicio, a temperaturas que superan los 1.000ºC.
Cabe destacar que las aleaciones de silicio albergan la capacidad de almacenar grandes cantidades de energía durante su proceso de fusión, un tipo de energía a la que se denomina “calor latente”. Por ejemplo, un litro de silicio almacena más de un kWh de energía en forma de calor latente, que es precisamente la cantidad de energía contenida en un litro de hidrógeno presurizado a 500 bar.
No obstante, a diferencia del hidrógeno, el silicio puede realizar un almacenamiento a presión atmosférica, un aspecto que permite que el sistema sea potencialmente más asequible y seguro. El sistema, ya patentado por los investigadores de la UPM, combina los efectos termiónico y fotovoltaico para conseguir la conversión directa del calor en electricidad.
España descubrir cómo terminar con la dependencia al petróleo
Comparado con las máquinas térmicas convencionales, este sistema no necesita contacto físico con la fuente térmica. La explicación está en que está basado en la emisión directa de electrones (efecto termiónico) y de fotones (efecto termofotovoltaico).
Una clave del sistema tiene que ver con la manera en la que el calor almacenado se transforma en electricidad. Cuando el silicio se funde a más de 1000 ºC brilla como el sol. Por lo tanto, puede transformar el calor irradiado en electricidad empleando células fotovoltaicas.
El primer prototipo a escala de laboratorio ya está listo y disponible en el IES-UPM en el marco de un proyecto europeo (AMADEUS). Con él, se materializan más de 10 años de investigación, aunque su tecnología todavía necesita de una mayor inversión antes de llegar al mercado. El próximo paso es escalar y probar su viabilidad en el terreno de la gran escala.
En definitiva, España ya se encuentra trabajando en el sistema que acabaría con nuestra dependencia al petróleo y el resto de los combustibles fósiles.