Un grupo ecologista denuncia la falta de diálogo y transparencia que ha habido en Euskadi durante todo el proceso de creación del PTS de energías renovables , así como el desdén que el mencionado plan tiene respecto la biodiversidad, contradiciendo los discursos oficiales que se ‘llenan la boca’ con la palabra sostenibilidad.
El Plan Territorial Sectorial (PTS) de energías renovables de Euskadi llega tarde. Mientras se define este instrumento de planificación, ya se encuentran en tramitación más de 100 proyectos de parques eólicos y fotovoltaicos que quedarían fuera de la ordenación prevista por el PTS. «Esto refleja una clara falta de previsión y planificación por parte del Gobierno Vasco», denuncian los ecologistas.
PTS de energías renovables
El documento de contestación a las alegaciones revela que prácticamente todas las 4700 alegaciones presentadas, provenientes de la ciudadanía, grupos ecologistas, asociaciones, e incluso de las propias administraciones, han sido rechazadas. Es especialmente significativo que las tres diputaciones forales, entidades clave en la gestión territorial y ambiental, tampoco hayan visto atendidas sus aportaciones.
«Este desprecio hacia las alegaciones evidencia una falta de diálogo y transparencia en un tema tan sensible como la planificación energética y territorial. No se está escuchando a quienes buscan un desarrollo renovable compatible con la protección ambiental», critican desde la ONG.
Otro aspecto preocupante es cómo el PTS ignora las prohibiciones incluidas en los planes de gestión de especies amenazadas vigentes, como es el caso del alimoche común y el quebrantahuesos. El Plan de Gestión de aves necrófagas establece restricciones claras que no se han tenido en cuenta en el PTS, poniendo en riesgo la supervivencia de estas especies.
«Es vergonzoso que un documento de esta magnitud no contemple las normativas específicas destinadas a proteger a especies en peligro de extinción. Este desdén por la biodiversidad contradice cualquier discurso sobre sostenibilidad», afirman desde la organización.
Desdén por los corredores ecológicos
Muchas alegaciones coincidieron en señalar la necesidad de excluir los corredores ecológicos como zonas aptas para proyectos de energías renovables. Sin embargo, en el documento de contestación, el Gobierno Vasco justifica su postura asegurando que los corredores ecológicos en Euskadi están diseñados únicamente para especies terrestres, no para aves.
Esta afirmación, según la ONG, es completamente falsa. «El propio documento de memoria de los corredores ecológicos incluye tablas que muestran cómo diversas especies de aves también se beneficiarían de la preservación de estos corredores. No es aceptable tergiversar la información para justificar decisiones contrarias a la conservación ambiental», denuncian.
Desdela organización se subraya además la necesidad de implementar un visor accesible y actualizado en GeoEuskadi que permita consultar todos los proyectos energéticos en tramitación en Euskadi desde el comienzo de su tramitación, así como los datos básicos relacionados con el proyecto, como la ubicación, el estado de tramitación ambiental y en qué fase de tramitación están.
Este visor, similar al existente en Catalunya, garantizaría la transparencia y facilitaría a la ciudadanía y a las organizaciones un mejor seguimiento de los impactos acumulativos de estos proyectos sobre el territorio y la biodiversidad. A lo que se contestó que estaría bien y se podría hacer con Geoeuskadi, pero sin ninguna intención de hacerlo. Ekologistak Martxan solicita que se haga incluyendo todos los proyectos ya empezados a tramitar.
Desde la ONG concluyen que este PTS de energías renovables no sólo llega tarde, sino que también ignora las bases de una transición energética justa y respetuosa con el entorno natural y rural. Es urgente impulsar un cambio profundo que combine la lucha contra la crisis climática con la justicia social y la protección de la biodiversidad.
Según la ONG «este cambio debe basarse en una transformación inclusiva y colaborativa desde la base social que permita alcanzar tres metas fundamentales: reducir drásticamente nuestra dependencia de los combustibles fósiles y avanzar hacia una producción descarbonizada; restaurar los ecosistemas degradados mientras alineamos nuestra economía con los equilibrios naturales del planeta y garantizar vidas dignas, equitativas y autónomas para todas las personas, tanto aquí como en cualquier lugar del mundo».
Desde la organización ecologista destacan que existe una necesidad y una urgencia real de impulsar un cambio profundo, con el fin de combinar tres elementos fundamentales: la defensa de la justicia social, la lucha contra la crisis climática y la protección de la biodiversidad.




















