A pesar del crecimiento notorio en la producción de las renovables en los últimos años, un reciente estudio señala posibles peligros para el clima que podrían surgir como consecuencia de este gran aumento, recordemos que en los últimos años, la energía eólica y solar se ha vuelto cada vez más destacada.
Recientes datos preliminares de Red Eléctrica Española indican que en 2023, la producción anual de energías renovables en España superó el 50%, concretamente llegando al 50,4%, marcando un hito significativo en el panorama energético del país.
Es probable que estos datos presentados continúen en aumento, ya que la mayoría de los países a nivel mundial se han comprometido a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y promover las energías renovables como principal fuente de electricidad.
Es esencial tener presente que las megaconstrucciones relacionadas con las energías renovables, aunque prometedoras, pueden implicar desafíos y posibles riesgos. Estos pueden incluir impactos ambientales y afectación de ecosistemas locales, destacando la importancia de abordar de manera cuidadosa y equilibrada el desarrollo de infraestructuras para energías limpias.
Un arriesgado proyecto pone en riesgo el cuidado del medioambiente y la renovables
Según un nuevo estudio de científicos del Reino Unido y China publicado en Communications Earth & Environment este mes, en dónde se informó que parques solares fotovoltaicos en el desierto del Sáhara va más allá de las preocupaciones ambientales y visuales. Este gran proyecto a gran escala podría influir en el patrón climático global, añadiendo una dimensión adicional a la evaluación de su viabilidad a largo plazo.
Se estima que la proporción de energía solar en el consumo mundial podría alcanzar el 76% para el año 2050, según un escenario realista de transición energética. Este incremento es significativo, dado que en 2015 apenas representaba el 1%, destacando la rentabilidad y la abundante distribución de recursos solares en todo el mundo como impulsores clave de esta evolución positiva.
¿Cómo funciona la energía sola implementada en el Sáhara?
La generación de energía solar se basa en la irradiación solar, es decir, la cantidad de luz disponible en un lugar específico. Actualmente hay proyectos buscan construir parques solares en regiones con horas de sol aseguradas, como los desiertos.
Sin embargo, una instalación excesiva de paneles solares, por ejemplo, en el desierto del Sáhara, podría tener serias consecuencias irreversibles, subrayando la necesidad de un equilibrio cuidadoso entre la expansión de la energía solar y la preservación del medio ambiente.
La investigación mencionada anteriormente resalta la posibilidad de que la expansión masiva de energía solar pueda perturbar el patrón climático global, vinculado a cambios en propiedades clave de la superficie terrestre, como el albedo y la rugosidad.
Efectos amplificadores se observan especialmente en la respuesta climática regional, como en el norte de África, donde los paneles solares podrían desencadenar procesos locales de retroalimentación, según estudios de modelización recientes.
Estas son algunas de las fuertes repercusiones a nivel ambiental
Estas interacciones complejas entre la atmósfera, la tierra y la vegetación podrían generar alteraciones climáticas más significativas de lo anticipado. A nivel global, estas perturbaciones locales podrían tener consecuencias que afecten la producción mundial de energía solar.
Ante estos hallazgos, se destaca la importancia de evaluar cuidadosamente la relación entre la expansión de la energía renovable y las posibles repercusiones climáticas a escala global para garantizar una transición energética sostenible y mantener un equilibrio entre los proyectos a futuro y los cambios climáticos que puedan presentarse.
Este conflicto con las renovables afectará a España y otras regiones. Según las simulaciones del estudio mencionado, la creación de una gran huerta solar en el Sáhara disminuiría las horas de sol en el norte de África, sur de Europa, Oriente Medio, India, este de China, Japón, Australia oriental y suroeste de Estados Unidos.