Suiza ha sido capaz de crear una batería única en el mundo plagada de hongos. Los hongos son variados y cumplen diferentes funciones: hay desde hongos comestibles hasta mohos, pasando por vida unicelular, hongos macroscópicos, patógenos causantes de enfermedades y algunos que pueden utilizarse para producir medicamentos.
El término “hongo” se refiere a un reino de organismos eucariotas que abarca una amplia variedad de especies. La importancia de su existencia en la Tierra radica en que albergan una gran capacidad para descomponer la materia orgánica muerta, reciclar nutrientes y fijar asociaciones simbióticas con otras plantas y organismos.
Aunque peculiares, los hongos son fundamentales para el correcto desempeño de diversos aspectos de la vida en el planeta Tierra. Forman parte de los avances evolutivos y juegan un papel crucial en el combate contra la crisis climática. En contraposición, también existen hongos que afectan negativamente a las personas y las sociedades.
Suiza hace historia con una batería hecha de hongos
Ahora, expertos de la firma suiza Empa han hallado una nueva utilidad para los hongos: crear electricidad. Los investigadores del laboratorio de Celulosa y Materiales de Madera de Empa han diseñado una batería fúngica. Se trata de un proyecto de investigación de tres años, que cuenta con el apoyo de la Fundación Gebert Rüf y está enmarcado en el programa de financiación de Microbianos.
Las células vivas no generan una considerable cantidad de electricidad, pero sí la suficiente como para, por ejemplo, brindar suministro a un sensor de temperatura durante varios días. Estos sensores se aplican en la agricultura o la investigación medioambiental. Los mayores beneficios de esta batería fúngica son que no es tóxico y sí es biodegradable.
Técnicamente, la celda no es una batería, sino una pila de combustible microbiana. Al igual que el resto de los seres vivos, los microorganismos transforman los nutrientes en energía. Por su parte, las pilas de combustible microbianas utilizan este metabolismo y toman parte de la energía en forma de electricidad. Por ahora, han recibido su abastecimiento energético principalmente de bacterias.
“Por primera vez, hemos combinado dos tipos de hongos para crear una pila de combustible funcional”, declara la investigadora de Empa, Carolina Reyes, según registra Empa en su página web.
Batería de hongos: el concepto con el que Suiza rompe el paradigma impuesto
Los metabolismos de las dos especies de hongos logran complementarse. Del lado del ánodo, hay un hongo levadura cuyo metabolismo libera electrones. Por otro lado, el cátodo se encuentra colonizado por un hongo de podredumbre blanca, que genera una enzima especial, lo que hace posible que los electrones sean capturados y conducidos fuera de la célula.
Los hongos no son “plantados” en la batería, son una parte integral de la célula desde el inicio. A su vez, los elementos que conforman la batería fúngica se elaboran a través de impresión 3D. Esto permite que los investigadores estructuren los electrodos de tal forma que los microorganismos tienen acceso a los nutrientes de manera más fácil.
Para recrear este escenario, las células fúngicas se combinan con tinta de impresión. “Ya es bastante difícil encontrar un material en el que los hongos crezcan bien”, señala Gustav Nyström, jefe del laboratorio de Materiales de Celulosa y Madera, evidenciando la dificultad de llevar adelante este procedimiento.
Y agrega: “Pero la tinta también tiene que ser fácil de extruir sin matar las células y, por supuesto, queremos que sea conductora de electricidad y biodegradable”.
Un concepto de batería innovador que inevitablemente nos recuerda a esta batería de carne, cuyo origen es el propio ser humano.
Electricidad a partir de hongos: Suiza se corona con un concepto único de batería
Los investigadores se valieron de la amplia experiencia de su laboratorio para desarrollar una tinta óptima a base de celulosa. Incluso las células fúngicas pueden hacer uso de la celulosa como nutriente y contribuir a la descomposición de la batería tras su empleo. No obstante, su fuente preferida de nutrientes es el azúcar simple, que se agrega a las celdas de la batería.
“Se pueden almacenar las baterías de hongos en un estado seco y activarlas en el lugar simplemente agregando agua y nutrientes”, acota Reyes. El objetivo de los investigadores es seguir avanzando y conseguir que esta batería de hongos sea más potente y duradera, además de encontrar otros tipos de hongos adecuados para obtener suministro eléctrico.
“Los hongos siguen siendo poco investigados e infrautilizados, especialmente en el campo de la ciencia de los materiales”, advierten Reyes y Nyström.
Suiza crea una batería única en el mundo hecha de hongos. Un hallazgo revolucionario a la altura de esta biobatería capaz de producir energía con el oxígeno del cuerpo.