GRUFOR, el Grupo de Fotoquímica de la Universidad de La Rioja, ha desarrollado un innovador y novedoso sistema que permite almacenar energía solar en compuestos sostenibles e hidrosolubles, para ello aplican al agua la tecnología MOST (Molecular Solar Thermal Energy Storage Systems).
El sistema emplea compuestos orgánicos capaces de absorber la energía solar y la almacenan en forma de enlaces químicos durante un periodo prolongado, que puede ir de meses a años y casi sin pérdidas. Bajo demanda, dicha energía se libera en forma de calor.
Lo más innovador del sistema es el empleo del agua como disolvente y que los compuestos sean solubles en ella, lo que hace que este proceso de almacenamiento térmico sea potencialmente más seguro y económico y más respetuoso con el medio ambiente.
Conoce esta nueva forma de almacenamiento de energía solar
El Grupo de Fotoquímica de la Universidad de La Rioja (GRUFOR) ha diseñado un sistema para almacenar la energía del sol en compuestos sostenibles hidrosolubles. Esta aplicación de la denominada tecnología MOST al agua supone un avance fundamental para su empleo en casos reales, ha detallado este miércoles la Universidad de La Rioja (UR) en una nota.
Los sistemas MOST, ha explicado, se basan en el empleo de compuestos orgánicos para almacenar la energía solar de forma sostenible y liberarla después para su uso. Se trata de un proceso circular, que utiliza la energía del sol como fuente renovable y no genera residuos ni emisiones.
Los compuestos orgánicos se diseñan en el laboratorio para que sean capaces, cuando reciben la luz del sol, de almacenar esa energía en enlaces químicos y liberarla en forma de calor cuando sea necesario, ha añadido.
Hasta ahora, ha dicho, su funcionamiento se veía limitado por el uso de disolventes derivados del petróleo, como el tolueno, altamente inflamables, tóxicos y con otros problemas técnicos asociados, lo que no permitía avanzar hacia una aplicación real como, por ejemplo, el calentamiento de una casa.
Para la UR, la transferencia de esta tecnología al agua, en la que han logrado disolver los compuestos, marca un importante hito para que el sistema sea económicamente viable, con baja toxicidad y aplicable a situaciones reales en un futuro próximo.
Además, uno de los compuestos obtenidos permite el almacenamiento de energía en estado sólido, lo que abre el camino a nuevas aplicaciones; y es capaz de liberar calor bajo demanda y de volver a cargarse con el sol, como si fuera una especie de gasolina renovable.
Tecnología MOST
Los dos investigadores de la UR que han coliderado este estudio, Diego Sampedro e Ignacio Funes-Ardoiz, han afirmado que transferir la tecnología MOST al agua ha sido un reto y cambiar un disolvente por otro ha requerido volver a optimizar todos los compuestos, catalizadores y las rutas de síntesis.
Han considerado los resultados «sorprendentes», dado que han llegado a detectar más de 35 grados de calentamiento en sólido y más de 7 en agua.
Estos resultados avalan una de las líneas de investigación más importantes del Grupo de Fotoquímica de la Universidad de La Rioja, que trabaja ahora en nuevos compuestos cada vez más eficientes y en su integración en un prototipo de aplicación real.
La investigación, publicada en la revista científica alemana ‘Angewandte Chemie International Edition’, está colidarada por los investigadores de la UR Diego Sampedro e Ignacio Funes-Ardoiz y ha contado con financiación de Agencia de Desarrollo Económico de la Rioja (ADER) y de la Agencia Estatal de Investigación.
El proyecto ha sido liderado por el GRUFOR, que es un grupo de investigación científica que ya está consolidado en el área de las energías renovables y verdes y que también participa en proyectos europeos en los que se busca el desarrollo de prototipos en los que la tecnología MOST sea aplicable.
Este es un paso muy importante que permite un avance significativo hacia la creación de sistemas de almacenamiento de energía solar que no solo resulten más eficaces, sino que sean completamente sostenibles, tengan aplicaciones potenciales en calefacción tanto doméstica como industrial y sean vital en el camino a la transición energética. Seguir leyendo en ECOticias.com / EFE
















