Cada vez son más los usuarios que buscan abaratar sus facturas de luz. Para ello, recurren al autoconsumo fotovoltaico, que actualmente pasa por una etapa de madurez en España y gran parte de Europa. Este progreso no es algo casual, sino el resultado de una combinación de factores, como un marco regulatorio más favorable, la continua reducción de los costes tecnológicos y una mayor conciencia social frente al cambio climático. Un gran número de viviendas particulares y empresas ya se decantan por la instalación de sistemas solares para bajar sus emisiones y el coste de sus facturas de luz.
Los españoles quieren despedirse para siempre de las facturas de luz
Tras asegurar que el futuro de la energía fotovoltaica podría radicar en esta tecnología, los ojos del sector energético están posicionados sobre el autoconsumo energético. Según los datos recogidos por la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), en 2024 España instaló 1182 MW de autoconsumo fotovoltaico.
Con este número, el país ibérico aumentó la presencia de estas soluciones, que ya acumulan 8137 MW en el país. Asimismo, el cálculo de UNEF es que 51 306 nuevas viviendas instalaron autoconsumo fotovoltaico el pasado año.
Cifras sorprendentes como estas ponen de manifiesto que el autoconsumo energético está consolidándose como uno de los principales caminos para agilizar la transición. Durante los últimos años, la vista desde las alturas ha cambiado radicalmente.
Terrazas y tejados de empresas, instituciones y hogares han optado por soluciones fotovoltaicas para generar y consumir energía propia, bajando así sus facturas de luz.
Ahora el paradigma podría cambiar. La energía solar seguiría siendo la premisa, pero la forma de obtenerla podría desviarse hacia una flor que cumple la misma función que los paneles solares, pero con una tecnología diferente.
Adiós a las facturas de luz con Smartflower
Smartflower POP+ es un girasol solar capaz de producir y almacenar toda la electricidad necesaria para los usuarios. Se trata de una nueva solución fotovoltaica a la que pueden recurrir todos aquellos que deseen obtener autoabastecimiento en su vivienda o pequeño negocio.
El sistema de Smartflower permite consumir energía limpia sin importar cuando esta se genere. O sea, de forma independiente a la red eléctrica. Con este método, se promete hasta un 40% más de eficiencia que la ofrecido por los paneles solares tradicionales.
Si viéramos esta máquina en cualquier parte indudablemente nos llamaría la atención por su parecida forma a un girasol. Sus paneles solares se ubican siempre en el ángulo óptimo respecto al Sol. Es decir, cada pétalo es un panel solar. Así que no podríamos decir que “reemplaza” a los paneles solares, ya que está compuesto de ellos.
El objetivo de este proyecto con sello de Massachusetts es acercar el autoconsumo energético verde a un mayor número de hogares.
La tecnología de Smartflower, que también tiene una oficina internacional en Austria, ha sido diseñada pensando en ubicaciones donde los usuarios no consumen la energía solar generada durante el día. Por lo tanto, necesitan recurrir a ella durante noche. Su sistema de almacenamiento tiene capacidad suficiente para acumular hasta 4.6 kWh.
Promesas de Smartflower POP+
Entre sus promesas más notorias, encontramos que es capaz de generar hasta 6200 kWh (casi 6500 kWh). Cifra que supera los 4000 kWh que suele necesitar una vivienda media. Además, es un producto de fácil instalación. Aspecto que lo hace aún más atractivo.
Solo es necesario atornillarlo al solado o directamente a la tierra. Sumado a esto, es un sistema portátil, por lo que es posible trasladarlo sin complicaciones en mudanzas.
Smartflower POP+ corresponde a una plataforma solar inteligente con forma de girasol que sigue la trayectoria del Sol por medio de un sistema de control automático.
Un método que permite que sus paneles solares monocristalinos móviles (18 m2) siempre se encuentren en un ángulo de 90º con el Sol para recoger la mayor cantidad de energía posible.
Si la “siembras” en tu jardín podrías olvidarte de las facturas de la luz. Ofrece casi 6500 kWh y solo necesita estar expuesta al Sol. En paralelo, Estados Unidos ha conseguido otro invento mucho más potente que los paneles solares.
















