Se asegura haber encontrado la clave para salvar a Europa en Alemania, en unas antiguas cavernas. Para enfrentar el avance del cambio climático, la transición hacia un abastecimiento energético más limpio es vital. Un rasgo crucial de esta transición tiene que ver con los sistemas eléctricos, esenciales para un suministro de energía limpio. De la mano de esos sistemas, el hidrógeno está emergiendo como un elemento esencial en la baja de emisiones de carbono. Está tomando relevancia tanto en el ámbito del suministro energético como en el cuadro de los procesos industriales.
El papel del hidrógeno en Europa
La noticia de que Repsol estrenará en 2029 su primera gran planta de hidrógeno renovable en Cartagena dejó al mundo en shock. Evidencia clara del lugar privilegiado que toma día a día el hidrógeno dentro de Europa. Puede generarse usando energía renovable.
Asimismo, tiene facultades suficientes para sustituir a los combustibles fósiles en diferentes aplicaciones. No obstante, esto requiere de cambios en la infraestructura energética, contemplando parámetros sobre cómo almacenar, transportar y distribuir energía.
El hidrógeno, sobre todo el hidrógeno limpio, tiene un rol vital en la estrategia RePowerEU de la Unión Europea. Responde a un plan con el que se busca incrementar la utilización de hidrógeno en Europa de cara a los próximos años.
Se focaliza en productores y consumidores. La Comisión Europea está firmemente comprometida con el deseo de transformar Europa en el primer continente neutral en carbono.
Alemania tiene la clave para salvar a Europa del cambio climático
El Ministerio de Economía de Alemania ha confirmado una verdad crucial para Europa. Porque el Viejo Continente no solo necesita producir hidrógeno, sino también almacenarlo.
Bajo este marco, el país germano ha comunicado que sus cavernas salinas proporcionan capacidad suficiente para cubrir las necesidades de almacenamiento de hidrógeno a nivel nacional y europeo.
Con esta información, es posible dejar de depender de las formaciones rocosas porosas, con una viabilidad técnica incierta, sobre todo en el sur de Alemania.
Según el documento oficial publicado por el Ministerio, el país europeo dispone de condiciones geológicas óptimas para construir y utilizar cavernas salinas como depósitos subterráneos de este recurso.
Estas cavernas se desarrollan a través de la disolución de sal con agua. Recrean enclaves estables y herméticos que ya se emplean para almacenar gas natural. Técnicamente, adaptarlas también para almacenar hidrógeno es viable y es una opción preparada para su instauración.
Las estimaciones del Ministerio advierten que la demanda de almacenamiento de hidrógeno en Alemania mutará de entre 2 y 7 teravatios hora (TWh) en 2030 a entre 76 y 80 TWh en 2045. Un aumento diez veces por encima del volumen actual que pone de manifiesto el importante papel del hidrógeno en la estrategia climática.
Ventajas de utilizar las cavernas de Alemania para almacenar hidrógeno
Las cavernas salinas aseguran estanqueidad y estabilidad a largo. Rasgo con el que se contraponen con las formaciones rocosas porosas, que anotan una gran incertidumbre a nivel técnico y geológico. En la actualidad, Alemania cuenta con 47 instalaciones de almacenamiento de gas natural.
De ese número, dos tercios usan cavernas salinas. El resto se decantan por formaciones porosas. No obstante, ninguna de las instalaciones porosas ha podido adaptarse para hidrógeno. Dato que consolida la información aportada por el Gobierno de Alemania.
La adopción de cavernas salinas como sistemas de almacenamiento de hidrógeno brinda soluciones concretas, como el hecho de que facilita la integración de energías renovables intermitentes, disminuye la dependencia de combustibles fósiles, mejora la seguridad energética y evita emisiones vinculadas a infraestructuras nuevas, entre otras.
Con esta estrategia, Alemania afianza el papel del hidrógeno verde en la transición energética de Europa. De esta manera, las antiguas cavernas alemanas pasan a ser el nuevo tesoro del Viejo Continente. En paralelo, se ha dado el OK a la planta de hidrógeno verde de Hunosa en Langreo, Asturias.
















