España encontró su yacimiento más valioso, aunque ahora permanece alerta para evitar que China lo robe. El escenario geopolítico y económico global tiene como principal protagonista un material que se ha convertido en una necesidad: “tierras raras”. Este recurso es tan buscado que Donald Trump está dispuesto a disputar la isla ártica de Groenlandia, rica en este tipo de recursos. Entre ellos, destaca uno en especial, el litio, también llamado “oro blanco”.
Este mineral es de carácter esencial para la confección de baterías recargables para teléfonos móviles, ordenadores portátiles, cámaras digitales y vehículos eléctricos. Además, resulta clave para otras industrias como la medicina. Combinado con aluminio y magnesio, el litio se transforma en un material resistente y ligero. De esta manera, la aleación de magnesio-litio toma otra importante función sobre sí: la del blindaje.
Por otra parte, el cloruro de litio se usa en mecanismos de aire acondicionado y secado industrial y el carbonato de litio se emplea en medicamento para tratar la depresión. Con todo, el litio se alza como uno de los elementos más versátiles, motivo por el que China busca tener el mayor dominio posible sobre él. Con un recurso que todos buscan, se asegura un ingreso estable y poder a nivel internacional.
España le hace sombra a China, pero ¿será por mucho tiempo?
La compañía Berkeley Energia Limited ha encontrado litio y rubidio en la provincia de Salamanca, concretamente en la zona más al oeste, cerca de la frontera con Portugal, en Fuentes de Oñoro. Fue en enero de este año cuando la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) hizo el anuncio, generando un fuerte impulso en sus acciones en bolsa.
El descubrimiento se enmarca en el Proyecto Conchas, situado en Ciudad Rodrigo, Salamanca. Los ensayos llevados adelante en 33 pozos han evidenciado resultados satisfactorios.
Berkeley anunció públicamente que su siguiente paso clave para hacer progresar este proyecto será la ejecución de trabajos de prueba preliminares en muestras de perforación, cuyos resultados estarán disponibles pronto.
Este hallazgo se agrega a otras propuestas que tiene en agenda la compañía norteamericana en España, como la explotación de uranio en Retortillo.
Aun así, no deja de ser un antes y un después que sorprende tanto como la iniciativa de este país, dispuesto a invertir 400 millones para explotar un megayacimiento de litio verde.
¿Por qué China está interesada en el megayacimiento encontrado en España?
La entidad minera resaltó la relevancia que tiene el rubidio en novedosas tecnologías, como defensa, aeroespacial, comunicaciones, sector médico y energías renovables. Lo mismo que sucede con el litio en otros ámbitos, como el del almacenamiento de energía, la fabricación de baterías y la tecnología termosolar.
Debido a su rol esencial en el contexto actual, tanto Estados Unidos como Japón han catalogo ambos minerales como “críticos” por su demanda al alza. Bajo este marco, China tiene un especial interés en el litio, al que ve como el “oro blanco” del que hablábamos hace unos párrafos.
Actualmente, China es el líder mundial del litio, por lo que es un agente influyente en el mercado de las baterías para coches eléctricos y otras adopciones energéticas. De hecho, China ya tiene en su poder una gran parte del comercio del litio al disponer de importantes minas y plantas de refinación en Sudamérica.
Ahora, la mira de China está puesta en extender su influencia en Europa, algo que ya está pasando con la oleada de marcas asiáticas de coches eléctricos que están llegando a la región y que se intensificaría si lograra el control sobre este nuevo yacimiento.
China quiere formar parte del megayacimiento de Salamanca
Según registra el portal AS, “ya han manifestado su intención de participar en la explotación”. Este escenario podría plantear un severo dilema para España, que tendría que elegir entre asegurar nuevas inversiones y tecnología avanzada o disfrutar del control nacional sobre uno de los recursos más estratégicos del mundo.
Encontrar el yacimiento más valioso de España abre un nuevo abanico de posibilidades y realidades, entre las que destaca la pretensión de China de quedarse con su litio. Essta decisión por parte del gigante oriental está alineada con su plan de “colonización” de Europa.