Los pesticidas, aunque utilizados para controlar plagas y aumentar la productividad agrícola, pueden tener diversos perjuicios para el medio ambiente. Algunos de ellos son la contaminación del suelo y del agua, el impacto en la biodiversidad, la disminución de polinizadores, la resistencia de plagas o la contaminación del aire.
Estos perjuicios resaltan la importancia de promover prácticas agrícolas sostenibles y reducir el uso de pesticidas peligrosos para preservar la salud del medio ambiente. De ahí, la realidad que estos días se vive en el país vecino con respecto al empleo de estos productos tóxicos en sus cosechas.
Ha sido todo un clamor popular el que se ha levantado contra una norma reciente donde se abría al empleo de nuevo de un tipo de pesticidas en el campo francés. Tal ha sido el rechazo que cerca de un millón de personas ya se han mostrado contrarias en apenas 10 días desde que saliera a la luz la noticia.
Rechazo popular en Francia a una ley que amparaba de nuevo el uso de un pesticida agrícola
Una petición contra una ley recientemente aprobada que, entre otros elementos, rehabilita el uso de un tipo de pesticida en Francia ha desatado una movilización inédita al acercarse al millón de firmas recogidas en tan solo diez días.
El éxito de la petición, que se puede firmar en la página web de la Asamblea Nacional francesa, llevará posiblemente a volver a debatirla en la cámara baja, según reconoció este domingo el autor de la ley, el conservador Laurent Duplomb, aunque ese trámite no implicará volverla a someter a voto. «Seguramente habrá un debate organizado en la Asamblea Nacional para decir lo que se ha dicho ya durante seis meses», indicó Duplomb en declaraciones a la cadena pública Franceinfo este domingo.
El senador del grupo conservador Los Republicanos restó importancia a la petición, a pesar de la rapidez inédita de la recogida de firmas y del elevado número de personas que la han apoyado, unas 850.000 hasta el mediodía de este domingo.
Es un número muy superior al medio millón que necesitan este tipo de peticiones para abrir la puerta a que haya un nuevo debate en la Asamblea Nacional y la presidenta de la cámara, la macronista Yaël Braun-Pivet, ya se ha manifestado a favor de organizar una nueva discusión en el Hemiciclo.
Desde la izquierda francesa han destacado esta movilización como un hito. «Contra los lobbies, somos millones: la ecología contraataca», resaltó la líder de Los Ecologistas franceses, Marine Tondelier, en la red social X. El jefe del grupo socialista en la Asamblea, Boris Vallaud, destacó por su parte que es una «movilización inédita, pero esencial contra una ley que amenaza nuestra salud».
La denominada ‘ley Duplomb’, que tiene como objetivo «simplificar» la labor de los agricultores, fue aprobada el pasado 10 de julio entre protestas de los partidos progresistas y de oenegés ambientalistas. El texto salió adelante gracias a los votos del arco conservador, de los macronistas y sus aliados centristas y de la ultraderecha, mientras que la izquierda se opuso al estimar que se trata de una proposición «trumpista» por los retrocesos que implica en materia de medioambiente.
En concreto, genera especial rechazo la reintroducción de un pesticida prohibido en Francia desde 2020, el acetamiprid, un insecticida de la familia de los neonicotinoides que sí se usa en buena parte de los países de la Unión Europea. También levanta una fuerte oposición el aumento de stock de aguas con fines agrícolas y facilitar la ampliación de las áreas de cultivos.
La ley ha sido saludada por la gran coalición de grandes sindicatos agrícolas, el FNSEA-Jóvenes Agricultores, mientras que Confederación Paisana (el tercer mayor sindicato) ha denunciado el «sacrificio de mundo rural en beneficio de la agroindustria».
Su aprobación se produjo un año y medio después de que un fuerte movimiento de protesta de los agricultores paralizara buena parte de Francia, al igual que ocurrió en otros países europeos, y en la recta final de la tramitación del pacto de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y el Mercado Común del Sur (Mercosur), y que Francia está obstaculizando. EFE / ECOticias.com