El ‘helimulching’ es un método consistente en que un helicóptero deposita sobre el terreno un ‘mulch’ (mantillo o acolchado) de restos vegetales (paja), un método que se ha demostrado el más eficaz para reducir la erosión del suelo, según las investigaciones desarrolladas a lo largo de la última década.
La aplicación desde el aire permite tratar áreas extensas en poco tiempo, y responde al criterio de agilizar las actuaciones en lo posible, para intentar anticiparse a las lluvias y a sus efectos de arrastre de cenizas y sedimentos que generan los incendios forestales.
Junta de Extremadura utiliza la técnica del ‘helimulching’
La Junta de Extremadura ha iniciado los trabajos de restauración Junta de Extremadura ha iniciado los trabajos de restauración en los montes afectados por el incendio de Jarilla mediante la técnica del ‘helimulching’ mediante la técnica del ‘helimulching’, un procedimiento que consiste en esparcir paja desde helicópteros sobre las laderas quemadas para frenar la erosión del suelo y evitar que las cenizas contaminen embalses y tomas de agua.
El jefe de la Sección de Programas Forestales de Cáceres Oriental, Enrique Balbuena, ha explicado, en declaraciones a los periodistas, que tras un gran fuego la prioridad es siempre detener la erosión.
«En un metro cuadrado se pueden llegar a perder entre dos y tres kilos de suelo. Si no actuamos, toda esa tierra y las cenizas acabarán en los pantanos y en los sistemas de abastecimiento, con el riesgo de que las aguas dejen de ser potables«, ha apuntado.
La técnica, ya utilizada en Extremadura tras los incendios de la La Vera en 2020 y en Monfragüe en 2022, se basa en cubrir las laderas con un mantillo de paja que protege los nutrientes, favorece a los microorganismos del suelo y reduce la velocidad del agua en caso de lluvias.
«Lo que erosiona no es el agua en sí, sino su velocidad. Si conseguimos frenarla, evitamos cárcavas, zanjas y deslizamientos de tierra«, ha explicado.
El procedimiento se realiza desde helicóptero, que transporta la paja en redes hasta las zonas de difícil acceso.
Una vez en vuelo, la paja desmenuzada se dispersa en franjas de unos 15 a 20 metros de anchura, dejando áreas intermedias sin cubrir.
«Hemos comprobado que el efecto es prácticamente el mismo que si cubriéramos todo el terreno, pero con la mitad de material y de esfuerzo logramos proteger el doble de superficie«, ha detallado Balbuena.
En Jarilla se han habilitado cuatro puntos de acopio, dos de ellos próximos a la autovía A-66 y otros en los puertos de Tornavacas y Honduras, desde donde el helicóptero puede operar en ciclos de entre cinco y diez minutos.
Cada jornada permite realizar unas diez descargas por hora y cubrir entre siete y nueve hectáreas.
«En Caminomorisco, en un solo día, se llegaron a lanzar 70.000 kilos de paja«, ha apuntado el responsable forestal.
Los trabajos, con una previsión inicial de 16 días de vuelo, abarcarán unas 120 hectáreas distribuidas en cinco o seis puntos del incendio de Jarilla y otro en el de Caminomorisco.
El viento y las condiciones meteorológicas pueden ralentizar las operaciones, por lo que se programan en función de la estabilidad atmosférica y la cercanía de las zonas de trabajo.
Balbuena ha hecho hincapié en que el helimulching es una técnica de uso extendido en Galicia y Asturias y que en Extremadura se aplica desde 2020.
En zonas accesibles, como ocurrió en Miravete, los operarios complementaron la acción del helicóptero esparciendo la paja manualmente para reforzar la protección del suelo.
«Lo que buscamos no es solo regenerar los montes, sino también garantizar que los pueblos cercanos dispongan de agua de calidad y que los embalses no se colmaten de cenizas«, ha concluido. EFE / ECOticias.com