Los ecologistas advierten del grave peligro que constituyen los incendios forestales que están afectando a parques Naturales que albergan especies en peligro de extinción, como puede ser el caso del urogallo, cuyo último reducto está en peligro o del oso pardo.
Hablamos de Parques Nacionales que pertenecen a la Red Natura 2000, por lo que cuentan con protección desde Europa y que además son reservas de la Biosfera, por lo que su afectación implica graves consecuencias para la biodiversidad local y para el patrimonio natural europeo y mundial.
Los incendios forestales en Parques Nacionales
La oleada de incendios que asola todo el territorio desde hace una semana, está afectando con especial virulencia espacios de interés y áreas protegidas de Asturias y Castila y León, como son el Parque Nacional de Picos de Europa, y los Parques Naturales de Somiedo, de Redes, de Ponga y de Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias.
Hay que destacar que todos estos espacios protegidos de la red regional están incluidos en la Red Natura 2000 y declarados como ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves), ZEC (Zona de Especial Conservación) e IBA (Áreas Importantes para la Conservación de las Aves y la Biodiversidad), además de ser Reservas de la Biosfera.
En otras palabras, se trata de espacios todos ellos importantes por contener un número significativo de especies particulares de flora y/o fauna, o de sitios irreemplazables por su integridad ecológica, por lo que deben preservarse.
Mientras continúan las labores de extinción de los incendios por parte de todos los cuerpos implicados en hacer frente a las llamas y mantener a salvo a la población, SEO/BirdLife sigue con especial preocupación los focos del Parque Nacional de los Picos Europa y de los Parques Naturales de Ponga, Somiedo, Redes, Ubiñas-La Mesa y Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias por su indudable valor ecológico y ambiental.
La situación actual
En lo que respecta al incendio en el Parque Nacional de los Picos de Europa, si bien hasta el momento no se están viendo implicadas zonas especialmente delicadas puesto que se trata de un Parque en su mayoría muy montañoso en Asturias y donde la mayor parte de la superficie es de matorral, pasto y roquedos, los bosques basales están ardiendo y los incendios afectan ya a sus tres vertientes (leonesa, cántabra y asturiana).
Por su parte, en el Parque Natural de Ponga, precisamente las llamas que llegan desde Picos de Europea podrían amenazar uno de los mejores bosques del continente: bosque de Peloño, una reserva natural parcial considerada una joya ambiental.
Se trata de la mayor masa forestal del oriente de Asturias (con unos 15 kilómetros cuadrados de extensión) y que contiene uno de los hayedos-robledales mejor conservados de España, con árboles centenarios y muchas especies de pícidos únicas.
En el Parque de Fuentes del Narcea se localiza el último reducto de urogallo en Asturias, un ave en situación crítica que está en el umbral de un proceso regresivo que podría abocarla a la extinción, por lo que el fuego que afecta a este Parque Nacional es especialmente preocupante.
En Somiedo numerosos focos afectan a zonas de uso restringido con un estado de conservación excepcional y con las mejores poblaciones de oso pardo de la península ibérica, por lo que sus consecuencias podrían ser catastróficas.
Mientras tanto, también Galicia lleva una semana ardiendo sin descanso, sobre todo la provincia de Ourense, donde el incendio de Chadrexa de Queixa, aún activo, lleva ya 17.500 hectáreas quemadas y se adentra en la zona norte del Parque Natural do Invernadeiro, un enclave de alto valor ecológico dentro de la Red Natura 2000.
Este espacio protegido es refugio de especies emblemáticas como el águila real, el alimoche europeo y los aguiluchos pálido y cenizo, cuyas poblaciones podrían verse seriamente afectadas por la pérdida de hábitat y la alteración de sus áreas de reproducción.
También continúan activos focos muy próximos a otros parques naturales como el del Parque Natural da Baixa Limia-Serra do Xurés o el de Enciña de Lastra. Además, a ellos se suma un incendio iniciado la pasada noche en Monfero-Queixeiro que afecta al Parque Natural das Fragas do Eume en la provincia de Coruña que afecta a 1,5 ha. y que está considerado como el bosque atlántico mejor conservado de Europa.
Lo que debe cambiar
La ONG hace hincapié en que en un escenario de cambio climático como el actual, la política forestal debe dar un giro. Debe dejar de permitirse el uso del fuego como una herramienta generalizada de gestión de pastos, deben retomarse los acotamientos al pastoreo en áreas incendiadas, prohibirse las prácticas cinegéticas en terrenos quemados, y debe apostarse por las especies forestales autóctonas y no por los cultivos forestales de especies exóticas como los eucaliptos.
La ONG reclama así una estrategia estatal de prevención de incendios forestales y restauración basada en el conocimiento, integrada territorialmente y respaldada por recursos adecuados, que dé respuestas a los retos climáticos y de gestión que amenazan nuestro futuro. España debe liderar con el ejemplo: no basta con apagar el fuego, debe reconstruirse la naturaleza con criterios claros de conectividad ecológica, priorizando Red Natura 2000, bosques autóctonos y hábitats vulnerables.
Desde las organizaciones ecologistas reclaman que se realicen planes de prevención eficaces, que tomen en cuenta la realidad ambiental que vivimos, con un cambio climático que provoca enormes olas de calor y que debe ser el que paute las nuevas políticas. ECOticias.com