La sequía está asolando varios lugares de España y ya se ha alzado la voz de alarma en varios puntos del país. Marruecos ha decidido intervenir en contextos como este y tiene un plan, pero el terror sobreviene ante la posibilidad de que ocasione un fenómeno parecido al del huracán Katrina. En estos momentos, Cataluña es uno de los lugares más afectados por la sequía.
Andalucía también está viviendo un contexto difícil a causa de la sequía. En medio de esta incertidumbre por falta de agua, España no es el único país que está pasando por apuros. Marruecos es otro territorio que está en crisis por la escasez de agua y ya se está replanteando diferentes técnicas para salir adelante.
Una de ellas es un método que ya se ha utilizado en varios países. Hay quienes todavía tienen dudas sobre su eficiencia, pero, ante la duda, ¿por qué no probarlo?
Marruecos tiene el mismo problema que España y encuentra una posible solución
El sistema que propone el país del norte de África es la siembra de nubes (con la idea de que esto fomente las precipitaciones). Hace años que se investigan tecnologías capaces de influir en el clima y controlarlo según la conveniencia del ser humano. Algunas veces se busca para conseguir mayor nivel de lluvias y otras para detener fuertes granizos o inundaciones.
España ya utilizó este sistema con anterioridad, pero no decidió avanzar con esta tecnología. Ocurrió entre 1979 y 1981. Entonces, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) hizo su primer intento de generar lluvia en el territorio nacional. Aquí no llamó tanto la atención como en otros países, como Emiratos Árabes o China en los que sí se realizaron importantes inversiones.
Tras años de uso, Marruecos se plantea incorporar esta técnica a su forma de obtener agua. Bajo estas circunstancias, Nizar Baraka, ministro de Abastecimiento y Agua del país soberano situado en el Magreb, compareció en el parlamento en el pasado mes de noviembre.
Allí explicó que Marruecos ha usado esta tecnología en el programa “Al-Ghaith” entre 2021 y 2023, periodo en el que se invirtieron 160 millones de dirhams (14,7 millones de euros).
Marruecos apuesta por las nubes artificiales
Es cierto que las nubes artificiales ya existían mucho antes de que el país vecino se posicionara tan a su favor. Sin embargo, los últimos años han acelerado la búsqueda de vías alternativas para conseguir agua debido a los cambios que ha experimentado el planeta por motivo del cambio climático.
Pese a que lleva varios años implementándose y estudiándose, la ciencia todavía no tiene en sus manos pruebas suficientes que puedan respaldar las nubes artificiales como una técnica eficiente contra la falta de agua.
Marruecos utiliza esta técnica entre los meses de noviembre y abril llegando a las 22 operaciones. Basa su accionar en la siembra química: inyecta recursos como sal y yoduro en las nubes para forzarlas a descargas más agua.
El método es conocido bajo el nombre de “siembra de nubes”. Sin embargo, lo que realmente se busca es que las nubes descarguen toda el agua posible, incluso cuando las condiciones climáticas no se presentan aptas para ello.
Marruecos apuesta por una técnica que está en tela de juicio
Hay experimentos que demuestran que, efectivamente, se dan incrementos moderados en las precipitaciones, pero no son pruebas tan determinantes como para respaldar grandes inversiones económicas.
La ubicación y circunstancias de cada precipitación hacen que este sistema tenga que “vérselas” con situaciones únicas y fácilmente cambiantes que hacen complicada la medición óptima de los resultados.
En definitiva, Marruecos podría tener la clave para terminar con la sequía. Si en algún momento se logran pruebas sólidas de la técnica que utiliza, España podría seguir su ejemplo. Hasta que eso pase, la ciudadanía debe seguir enfrentándose a la sequía, cuya percepción, en algunos casos, está distorsionada.