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sábado, mayo 27, 2023

Nunca ‘sueltes’ un pez de colores

El pequeño pez dorado es una especie que puede arrasar por completo un ecosistema natural. Por eso, si eres dueño de uno y ya no puedes tenerlo, jamás lo sueltes en un lago o río. Las consecuencias pueden ser terribles.

Una amenaza para la biodiversidad

Nunca ‘sueltes’ un pez de colores. El pez dorado no es tan inocente como parece. Este animal tiene grandes habilidades de supervivencia y un apetito voraz. Un grupo de investigadores de la Universidad de Belfast se ha preocupado de ahondar en este tema. Han descubierto que la fauna y la flora acuáticas locales habían sido completamente devastadas en ciertas regiones del Reino Unido.

Y constataron que gran parte de la culpa de dichos desastres se debía a la liberación demasiado recurrente de peces dorados en los cursos de agua naturales. Unos animales que no son autóctonos y que se convierten rápidamente en especies invasoras. Gracias a su enorme capacidad de adaptación se apropian rápidamente de los espacios. Y al hacerlo desplazan a especies autóctonas y rompen el equilibrio ecosistémico.

Nunca ‘sueltes’ un pez de colores

Durante el confinamiento se compraron miles de peces dorados. Era una forma de entretenerse y a la vez, de tener un espacio decorativo para el hogar. Pero lamentablemente este pececillo requiere de muchos cuidados. Debe ser alimentado diariamente y se debe cambiar el agua del acuario con regularidad. Hay que controlar su salud y los parásitos que pueden aparecer en la pecera y mucho más.

Mientras no se podía salir de casa, esto constituyó un gran entretenimiento para muchos. Pero una vez retomado el ritmo de vida, para algunos se hizo una carga insoportable. Y no tuvieron mejor idea que soltarlos en vías fluviales. Y aunque parezca una solución genial, no lo es en absoluto.

Nunca ‘sueltes’ un pez de colores, es muy voraz

El problema es que el pez dorado una vez que está en la naturaleza deja ver su auténtico carácter. Es un animal muy voraz, cuyo apetito dentro de un acuario está limitado por las tomas diarias que recibe. Pero cuando se ve libre es capaz de consumir muchísimo más alimento. Su apetito lo vuelve agresivo. Por eso nunca ‘sueltes’ un pez de colores.

Y es que este pequeño pez no solo le roba los nutrientes a los demás. Gracias a que tiene una alta tolerancia a los cambios de temperaturas, puede sumergirse y saquear las profundidades. Esto implica que su presencia en estas aguas inusuales para él representa una grave amenaza para la biodiversidad local.

Nunca ‘sueltes’ un pez de colores – Devuélvelo a la tienda

Es tanta la capacidad de adaptación que tienen, que hasta experimentan grandes aumentos de tamaño. Cuando pueden comer a demanda crecen de forma excesiva. En EEUU se han encontrado especímenes que superan los 70 cm. Esto es más del doble, de las dimensiones que pueden alcanzar en un acuario.

Algunos creen que liberarlos es un acto de ‘humanidad’. Piensan que le dan la oportunidad de crecer en libertad. Pero esto es un gravísimo error. Porque si bien es casi seguro que van a sobrevivir, las consecuencias las pagarán otros. La fauna y flora autóctona será la que tenga que enfrentarse al nuevo depredador. Así que nunca ‘sueltes’ un pez de colores.

Para evitar este tipo de daños, los investigadores sugieren que los propietarios lleven el pez dorado a la tienda donde lo adquirieron. Y que estos comercios limiten la venta de este tipo de peces. También seria fundamental que advirtiesen a los propietarios que no los suelten en la naturaleza. Y que les expliquen exactamente, cuales son las consecuencias que este acto tiene en la vida silvestre.

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