Sara Aagesen, la nueva responsable de Transición Ecológica y el Reto Demográfico se especializó desde muy joven en Medio Ambiente. Fuentes del Gobierno contextualizaron su nombramiento como síntoma de continuidad de la estrategia de Teresa Ribera y sitúan entre sus retos futuros ahondar en la lucha contra el cambio climático, la sequía o la preservación de Doñana como patrimonio natural del país.
Pero su perfil técnico y no político abre por otro lado el debate sobre si el Ejecutivo modulará a partir de ahora su discurso verde, en un momento en el que Europa debate reorientar su estrategia más hacia la recuperación de su competitividad y los retrocesos en el Pacto Verde Europeo se hacen cada vez más patentes, o si tiene intención de gestionarlo, al menos, de una forma más contenida respecto al estilo de Ribera.
Sara Aagesen
Sara Aagesen es ingeniera química, con especialidad en Medio Ambiente. Universidad Complutense de Madrid (2001). La trayectoria política y profesional de Sara Aagesen es:
- Vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (noviembre 2024 – actualidad)
- Secretaria de Estado de Energía (enero 2020-noviembre 2024).
- Asesora del Gabinete de la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (2018-2020).
- Negociadora para la delegación española en la Convención Marco de Naciones Unidas contra el Cambio Climático (UNFCCC) y del Grupo Intergubernamental de Exper os de Cambio Climático (IPCC) (desde 2002).
- Ha sido miembro del Consejo Asesor del Centro y Red de Tecnología del Clima (CTCN) y de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), además de participar como experta nacional en diversos grupos de trabajo de la Comisión Europea y en el seguimiento y evaluación del desarrollo normativo comunitario.
- Ocupó diversas responsabilidades como miembro de la Oficina de Cambio Climático (2002-2018).
5 principales organizaciones ecologistas de España
Las cinco principales organizaciones ecologistas de España se han reunido esta mañana con la nueva ministra de Transición Ecológica y vicepresidenta tercera del Gobierno,Sara Aagesen, para trasladarle sus preocupaciones respecto a la crisis ecológica y social.
La mitigación, la protección y la adaptación frente al cambio climático, el freno de la pérdida de biodiversidad, la lucha contra la contaminación, un sistema alimentario sostenible, la detención de la sobreexplotación del territorio y del agua, así como la protección de las personas más vulnerables frente a los efectos de la crisis ecológica y la perspectiva de género en todas las políticas son los principales desafíos a los que se enfrenta España y requieren de la coordinación y colaboración de todos los ministerios.
Sin embargo, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) tiene una responsabilidad central en abordar estas cuestiones desde una visión ambiciosa, transversal y de largo plazo, han señalado las organizaciones ecologistas.
Las demandas de las organizaciones ecologistas han girado en torno a tres ejes:
- Conservar la naturaleza para proteger la vida. Ante el grave proceso de pérdida de biodiversidad, es necesario adoptar medidas extraordinarias para cumplir con el Marco Mundial de Biodiversidad Kunming-Montreal, y especialmente las 23 metas orientadas a detener la pérdida de biodiversidad en 2030: frenar la fragmentación de hábitats y consolidar una red coherente de zonas naturales, incrementar la protección de los ecosistemas marinos y costeros y avanzar en las medidas encaminadas a una gestión del territorio forestal, en especial el establecimiento por parte de las comunidades autónomas de mecanismos y condiciones para incentivar las externalidades positivas de los terrenos que se hallen ubicados en espacios declarados protegidos o en los cuales existan acuerdos de custodia del territorio.
- Luchar, protegerse y adaptarse frente a la emergencia climática. La DANA del pasado mes de octubre debe marcar un antes y un después. España debe elevar su ambición climática para cumplir con sus responsabilidades internacionales. Además, la adaptación a los impactos del cambio climático es urgente y debe priorizar a las personas más vulnerables y a las soluciones basadas en la naturaleza. Por todo ello, el sistema energético debe ser más justo, democrático y sostenible, empoderando a la ciudadanía y reduciendo los abusos del oligopolio eléctrico; el despliegue de energías renovables debe ser compatible con la biodiversidad, la producción sostenible de alimentos y las necesidades locales, evitando malas prácticas y enfoques descontrolados, y la reducción de la sobre explotación del agua por las principales demandas para garantizar su disponibilidad, calidad y la protección de los ecosistemas acuáticos.
- Salvaguardar el territorio y asegurar una vida sana y una economía circular. Esto supone actuar en varios frentes: 1/ la regulación de la actividad minera debe adaptarse a los estándares más estrictos de sostenibilidad y seguridad 2/ deben implantarse planes de acción que protejan el suelo frente a su uso como receptor de residuos mezclados de la industrial y la agricultura 3/ garantizar el derecho a un aire limpio mediante el cumplimiento de normativas más estrictas y la implementación de medidas locales eficaces 4/ reducir la generación de residuos y su toxicidad es esencial para avanzar hacia una economía circular y sostenible.
“La crisis climática y ecológica está asociada a su vez con una crisis social donde las personas en situación de mayor vulnerabilidad sufren los impactos ambientales con mayor intensidad. Entendemos que sin justicia social no habrá transición ecológica, sólo mediante la acción coordinada y coherente de las distintas políticas sectoriales será posible satisfacer los objetivos que la transición ecológica justa nos demanda en este tiempo crucial”, han concluido las organizaciones ecologistas.