En el año 2021, varias organizaciones ecologistas alarmaron sobre unas obras de drenaje que comenzaron a desecar la laguna principal del humedal y que dieron como resultado la pérdida del refugio y hábitat de diferentes especies animales y vegetales, incluyendo el de más de doscientas especies de aves que se han avistado en la zona.
Tras la desecación de la laguna, la vegetación acuática murió y se ha acumulado, en grandes cantidades, en lo que era el vaso lagunar. Todo ese material vegetal debe ser retirado para recuperar la funcionalidad ecológica del humedal.
La nueva propietaria de los terrenos en los que se asentaba el humedal de Soto Gutiérrez es la Fundación Global Nature, quienes tras la adquisición de las once hectáreas de extensión que ocupaba la laguna artificial formada dentro de una antigua gravera y que fuera llamada como ‘la pequeña Doñana madrileña’, se han comprometido a restaurarla y recuperarla por completo.
El Ayuntamiento se ha ofrecido para agilizar los permisos necesarios para llevar a cabo las labores de recuperación, así como a la realización de las medidas necesarias para rescatar estos humedales integrados en el Parque Regional del Sureste y que forman parte de la Red Natura 2000.
Soto Gutiérrez: un humedal que volverá a la vida
La laguna de Soto Gutiérrez, ubicada en el municipio madrileño de Ciempozuelos y conocida como “la pequeña Doñana de Madrid”, inicia una ambiciosa restauración ecológica tras años de degradación y sequía. Este enclave, situado en pleno Parque Regional del Sureste (PRS), constituye un ejemplo emblemático de cómo los humedales, incluso los de origen artificial, pueden desempeñar un papel esencial en la conservación de la biodiversidad y en la provisión de servicios ecosistémicos clave para la salud del territorio.
A pesar de que estos ecosistemas albergan el 40% de las especies conocidas y ofrecen servicios vitales como agua potable, alimentos y protección frente a fenómenos meteorológicos extremos, más del 60% de su superficie ha desaparecido o se encuentra en mal estado a causa de la actividad humana. La laguna de Soto Gutiérrez no ha sido una excepción.
Esta antigua gravera, sin haberlo planificado, se convirtió en un humedal y durante los últimos cuatro años sufrió un progresivo proceso de desecación, acumulando más de 24.000 m³ de vegetación muerta y perdiendo en un 98% su capacidad de acoger fauna acuática.
En noviembre de 2024, Fundación Global Nature adquiere la parcela con fondos privados a través de una acción de compensación medioambiental de la Fundación Bonneville y ahora da el primer paso hacia su recuperación, con el apoyo de la Comunidad de Madrid, que está realizando, también, un importante esfuerzo para conservar y poner en valor estos valiosos ecosistemas.
Y lo hacen duplicando el catálogo de humedales protegidos en la región y restaurando importantes humedales públicos, siendo así una de las administraciones regionales más activas en esta temática. La intervención contempla tres acciones clave: el desbroce de vegetación muerta, el movimiento de tierras para recuperar la lámina de agua y la construcción de un sistema de compuertas para garantizar una re-inundación controlada y sostenible.
“El desbroce previo a la re-inundación es imprescindible para evitar un colapso ecológico en el humedal”, señalan desde Fundación Global Nature. “Si se inundara tal y como está, la materia orgánica se descompondría sin oxígeno, generando metano y dificultando la presencia de cualquier organismo acuático (aves, anfibios, reptiles o peces). Restaurar correctamente es anticiparse al problema”.
La retirada selectiva de motas de tierra facilitará una lámina de agua continua, mientras que otras se conservarán para fomentar la aparición de islas naturales que servirán de refugio para aves y otros grupos de fauna. Además, se construirá un terraplén que permitirá en el futuro la instalación de un mirador accesible para visitantes.
La fase de re-inundación, prevista para otoño, se realizará mediante un sistema de compuertas conectadas a una arqueta instalada en el antiguo desagüe de la laguna. Este sistema permitirá gestionar los niveles de agua, prevenir inundaciones en parcelas vecinas y facilitar futuras labores de mantenimiento.
La recuperación de Soto Gutiérrez hará posible el regreso de más de 200 especies de aves registradas históricamente en la zona y también abre la puerta al diseño de infraestructuras de uso público como observatorios de aves y rutas interpretativas. Fundación Global Nature, propietaria y gestora del espacio, asumirá el diseño y puesta en marcha de un Plan de Gestión para garantizar un turismo responsable, educativo y compatible con la conservación.
Global Nature: recuperando humedales
La restauración de Soto Gutiérrez se enmarca en la estrategia estatal de Fundación Global Nature, entidad pionera en la conservación de humedales en España desde hace más de tres décadas.
En su Segundo Informe sobre Humedales y Amenazas, recientemente publicado, la fundación revela datos preocupantes: casi el 50% de los humedales del país están en situación desfavorable o han desaparecido, y solo el 13% se encuentran en buen estado de conservación. Además, solo uno de cada cuatro humedales está recogido en el Inventario Nacional, lo que refleja una alarmante falta de información y seguimiento institucional.
“Conservar empieza por conocer. Necesitamos cartografiar, evaluar y actuar con urgencia. Los humedales son una de las soluciones naturales más efectivas frente al cambio climático y la pérdida de biodiversidad, pero los estamos perdiendo a un ritmo tres veces mayor que los bosques”, recuerda Eduardo de Miguel, director de Fundación Global Nature. Soto Gutiérrez es, por tanto, mucho más que un humedal madrileño: es un símbolo de la restauración ecológica en acción y un recordatorio de que es posible devolver la vida a nuestros ecosistemas degradados.