España es el segundo país con más estrés hídrico de Europa y con el 75% de su territorio en riesgo de desertificación y sequías persistentes. La población española ya ha experimentado el impacto de la disminución de las precipitaciones anuales a un ritmo de alrededor de 3 a 11 mm por década desde la década de 1950.
En las últimas décadas, muchas partes de España, especialmente en el sur y centro peninsular, han experimentado una disminución en la cantidad de lluvia (o nieve) que cae cada año. Y, cuando llueve, muchas veces lo hace de forma torrencial, sin que podamos aprovechar el agua que cae y causando estragos.
El calentamiento global y el consiguiente cambio climático están alterando los parámetros de las precipitaciones, por lo que, según los expertos las sequías y la desertificación dejarán de ser fenómenos aislados y acabarán normalizá
Aumento de las sequías debido al cambio climático
Un equipo de investigadores de la PTI+ Clima y Servicios Climáticos (PTI+ Clima) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha llevado a cabo un estudio que examina los retos científicos actuales a la hora de abordar las sequías, uno de los fenómenos climáticos que más impactos tiene en los ecosistemas y la sociedad.
Mediante una revisión bibliográfica muy extensa y exhaustiva, los investigadores han identificado las diferentes incertidumbres que existen a la hora de analizar las sequías, sentando así las bases para futuros análisis de este fenómeno climático.
En primer lugar, el trabajo se centra en la frecuente confusión que existe entre la sequía y la aridez. Según explica el investigador del Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC) y líder del estudio, Sergio Vicente, “la sequía corresponde a una anomalía temporal en la disponibilidad de agua respecto a unas condiciones medias, mientras que la aridez hace referencia a unas condiciones medias de déficit de agua que se registran de forma permanente”.
Publicado en la revista Nature Water, el estudio también aborda el malentendido común entre métricas de sequía e índices de sequía, y hace hincapié en el papel que tiene el calentamiento global en la gravedad de las sequías, debido a sus efectos sobre la cantidad de agua que demanda la atmósfera.
En este sentido, los investigadores advierten de las incertidumbres y limitaciones de los modelos climáticos a la hora de evaluar la gravedad de futuras sequías, abogando por el uso de distintos métodos estadísticos y fuentes de datos para una mejor evaluación de las proyecciones a futuro.
¿Qué es la sequía?
La sequía es uno de los fenómenos climáticos más difíciles de predecir y que más impactos tiene en los ecosistemas y en la sociedad, afectando a sectores clave como la agricultura, la energía o la economía, entre otros.
La mayoría de los estudios apuntan a que las sequías se intensificarán en el futuro debido, fundamentalmente, al aumento de las temperaturas. Según los investigadores, este incremento de la severidad de las sequías afectará especialmente a la región mediterránea y la península ibérica.
En el escenario de cambio climático actual, los investigadores consideran imprescindible contar con herramientas y servicios que puedan convertir los datos climáticos en información útil para la mitigación, adaptación y toma de decisiones por parte de gestores y administraciones.
Consciente de esta necesidad, el Laboratorio de Climatología y Servicios Climáticos (LCSC) del CSIC desarrolló junto con la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) un visor interactivo que monitoriza el estado de la sequía meteorológica en España.