No hay duda de que actualmente el mercado de coches impulsados por electricidad es meramente anecdótico, por lo que parece más una cuestión de imagen que de necesidad o negocio por parte de la empresa de franquicias más famosa del mundo.
El concepto que se ha manejado para la implantación de este modelo de repostaje es el de recargar las baterías del coche mientras el cliente disfruta de su menú Big Mac, de modo que la notable espera que requiere la acción de recargar las pilas del automóvil pasará inadvertida entre patatas fritas y refrescos king-size.
Inauguran su primer punto de recarga para coches eléctricos
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