Como toda actividad económica, las operaciones alrededor del envase y embalaje, el transporte, la distribución y la logística, generan un impacto ambiental cuyo control y minimización es cada vez más necesario y valorado por la sociedad, los consumidores y las administraciones.
El ámbito del transporte es todavía más sensible a ello. Se trata de un sector que mueve nuestra economía, y en el que su impacto en nuestro entorno es también notable, debido a la importante generación de GEI (gases de efecto invernadero). En este punto, en breve será obligatorio informar al cliente sobre las emisiones CO2 de cada servicio de transporte, como ocurrirá en Francia a partir de 2013.
Consciente de ello, la empresa valenciana Chema Ballester S.A. ha participado en un proyecto promovido por el Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística (ITENE), cuyo objetivo se ha centrado en la mejora del rendimiento y eficiencia energética de sus procesos de transporte, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero (y por tanto la huella de carbono).
Chema Ballester basa su actividad empresarial en el sector de la logística y el transporte de mercancías por carretera. Al ampliar su flota, se planteó analizar el consumo energético de sus vehículos y de los conductores para medir su impacto medioambiental y detectar las oportunidades de ahorro de energía en función de la rentabilidad.
La solución adoptada se basó en la instalación de un novedoso sistema desarrollado por ITENE, que monitoriza los vehículos de la empresa. Esta herramienta analiza, de forma automática, los aspectos claves que influyen en la eficiencia energética y calcula en el mismo proceso su Huella de Carbono.
Es capaz deregistrar automáticamente una serie de datos como el consumo de carburante, los kilómetros recorridos, el tiempo en ralentí, etc. Dichos datos proceden de la centralita CANBUS del vehículo y se reciben de forma inalámbrica en el centro de control.
Del análisis de datos se han emitido una serie de recomendaciones relativas a la mejora de la conducción, al mantenimiento de los vehículos, de la optimización de rutas, etc., que una vez aplicadas permitirían reducir un 7% el coste anual del carburante y la disminución de aproximadamente un 5% de la huella de carbono, así como un ahorro energético considerable.
Implantación en empresas
Esta novedosa herramienta de gestión medioambiental para el transporte y la distribución ha sido testada por la empresa Chema Ballester en el marco del proyecto ECODISTRA. También se está testando en otras dos empresas del sector importantes de la Comunitat Valenciana.
Entre otras ventajas, al finalizar el proyecto se pretende conseguir que las empresas adquieran conocimiento técnico y aplicado para tener una clara conciencia de cómo los métodos de huella de carbono y eficiencia energética pueden ayudar a mejorar la sostenibilidad de la compañía.
Oficina huella de Carbono
El Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística (ITENE) dedica una importante parte de su actividad a la investigación e innovación en materia de sostenibilidad aplicable al transporte, distribución, logística y envase y embalaje.
En sus instalaciones, cuenta con la primera Oficina Huella de Carbono en España, que trabaja en colaboración con empresas externas para la reducción del impacto ambiental de sus actividades a lo largo de su ciclo de vida.
Toda la información relativa a sostenibilidad en el marco del transporte y distribución se pueden seguir en los canales de Twitter, Facebook y Linkedin creados en el marco de este proyecto, a los que se puede acceder desde el portal: http://www.itene.com/ecodistra