China está dispuesta a conquistar el mercado de la conducción inteligente. Un concepto que los fabricantes de coches buscan desde hace años. Ya en 2019 se hablaba de una ‘integración inteligente’ de la movilidad cero y bajas emisiones. Los sistemas de conducción inteligente están tomando cada vez mayor protagonismo y prometen ser el futuro de la conducción por carretera. Puede que, en unos años, ver vehículos inteligentes por las calles sea lo común.
Podría suceder un cambio de paradigma parecido al acontecido con los coches eléctricos, que antes eran impensados y ahora se ven de manera recurrente en las calles. Todavía hay muchas dudas referentes a este tipo de vehículos y especialmente sobre las tecnologías que incorporan estos coches inteligentes y el impacto que tendrán en la seguridad vial o la movilidad. Los coches inteligentes tienen incluida una tecnología capaz de tomar decisiones que modifican la conducción, convirtiendo este espacio en un ámbito más seguro.
Hay diferentes variables para definir un coche, pero, por ejemplo, los cambios automáticos están considerados ya una tecnología incorporada en los coches inteligentes, ya que es el propio vehículo el que decide si sube o baja las marchas en función del contexto. En este contexto, aparece una propuesta diferente que puede llevar la conducción inteligente.
China apuesta por la conducción inteligente como nunca
La compañía china Oppo está dispuesta a conquistar el mercado automotriz. Por eso, establece una alianza histórica con una fabricante que ya está en España: la también firma china BYD. Ambas empresas han hecho eco de una colaboración estratégica para la integración de los smartphones del primero con los vehículos eléctricos del segundo. OPPO ha decidido aliarse con BYD, uno de los mayores fabricantes de coches eléctricos, para pisar fuerte en el sector y brindar a los usuarios algo que no han visto antes.
Concretamente, la alianza tiene el foco en la “integración de smartphones y automóviles”, según expuso un represente de OPPO ante El Español- El Androide Libre. En principio, esto tendrá como resultado una mayor compatibilidad de los móviles de OPPO con los sistemas de los coches de BYD, incorporando el desarrollo de nuevos módulos de ‘hardware’ que permitan la integración con los sistemas de a bordo y los algoritmos de IA.
La meta final de esta alianza es “avanzar la experiencia de la conducción inteligente” con nuevas innovaciones y una integración más elevada con la industria. Por lo tanto, OPPO por ahora no se centra en el desarrollo de un coche propio, pero sí apunta a objetivos mucho más ambiciosos que el de conectar el móvil desde el coche.
BYD es una de las firmas chinas que más se ha popularizado en el último tiempo, especialmente por tratarse de una de las pocas marcas que ha logrado una rápida expansión en Occidente. Es más, BYD ya comercializa coches en España, con una red de concesionarios que otorga una gama compuesta principalmente por vehículos eléctricos y un modelo híbrido enchufable.
La conducción inteligente no se detiene: China está imparable
Todos tienen el mismo denominador común: la apuesta por la tecnología, con interiores dominados por pantallas táctiles y nuevas funciones de conducción inteligente. El primer resultado de esta unión llegará con la aparición del nuevo móvil de OPPO, el Find X8, cuyo lanzamiento tendrá lugar próximamente según los adelantos de la compañía.
Este dispositivo dispondrá de una conectividad inalámbrica avanzada, que le permitirá establecer una conexión con el nuevo BYD Denza Z9 GT, que se lanzó el mes pasado en China. OPPO y BYD ha acordado conquistar el mercado global, advirtiendo que en el futuro sacarán a la luz nuevas actualizaciones sobre esta colaboración.
China va por la conquista mundial de la conducción inteligente y sabe perfectamente cómo lograr su objetivo. Un hito que supera con creces el desarrollo de sistemas innovadores para coches inteligentes de Intel.
