Un estudio ha sacado a la luz cuáles son los coches que pierden valor más rápido y ha convulsionado todo el sector. Esta es una de las preocupaciones más extendidas entre los propietarios de diferentes vehículos. Muchos usuarios compran automóviles pensando en venderlos algún día para comprarse una pieza nueva, pero si estos pierden el valor demasiado rápido, esta práctica no les sale rentable.
El término “depreciación” de un coche quiere decir que el valor de las piezas automovilísticas decae con el tiempo. Los vehículos envejecen y recorren kilómetros cada día, lo que hace que su precio disminuya. En esta caída del precio influyen varios factores. El primero es el kilometraje, puesto que los autos con más millas pierden valor mucho más rápido. También influye la economía del combustible.
Los vehículos que utilizan menos combustible conservan su valor por más tiempo. El modelo del coche elegido es otro disparador. Los automóviles populares pierden el valor más lento que los coches con menor demanda. Por último, la depreciación viene determinada por la condición del vehículo (si está en buen estado, conserva su valor por más tiempo) y la reputación de la marca (más reputación, más valor).
Un estudio revela cuáles son los coches que pierden su valor más rápido
Un estudio efectuado por iSeeCars en Estados Unidos reveló cuáles son los coches que pierden su valor más rápido. Conviene aclarar que, al analizar vehículos de Norteamérica, algunos modelos no tienen consonancia con la realidad de Europa.
En total, ha procedido al estudio de más de 800 000 vehículos usados con 5 años de antigüedad, vendidos entre marzo de 2024 y febrero de 2025. El informe compara el precio por el que se vendieron originalmente para determinar la depreciación que tuvo la unidad en sus primeros 5 años.
La media sobrepasa los datos del año 2019, dado que dista de un 38,8% a un 45,6% de depreciación. Esto se explica por varias razones. La llegada de la electrificación ha transformado radicalmente el mercado y los modelos eléctricos son los que más valor pierden durante los primeros cinco años de uso, con un 58,8% de media.
Una noticia desoladora para aquellos usuarios y compañías que ya están apostando de lleno por los coches eléctricos. Lo que está pasando en China es un claro ejemplo, ya que se ha logrado lo imposible para cambiar el futuro de los coches eléctricos.
Los coches eléctricos son los primeros en perder su valor ¿y los híbridos?
Los híbridos logran retener un poco más su valor y se ubican un 40,7% por debajo del promedio general. En definitiva, los modelos de alto rendimiento conservan mejor su valor que otros modelos.
Se reporta la importancia en Estados Unidos de las pick-up y unidades como los Toyota Tacoma y Tundra, que arrojan resultados satisfactorios en el informe. Del lado de los generalistas, conviene mencionar al Honda Civic y al Toyota Corolla.
En contraposición, los coches que pierden su valor más rápido suelen ser las piezas eléctricas y los modelos de lujo. El Jaguar I-Pace pierde más del 70% de su valor en cinco años. Modelos premium de BMW o Maserati también encabezan esta lista.
Entre los eléctricos, los modelos Tesla más altos de la firma se deprecian rápido, lo mismo sucede con el Nissan Leaf.
Opciones para sacar la máxima rentabilidad a los coches eléctricos
Frente a este escenario, los coches eléctricos parecen ser los menos rentables en términos de reventa. Según registra el portal Xataka, el renting puede ser una alternativa interesante para aquellos que no quieran verse en la situación de revender. Sin embargo, con esta modalidad el coche eléctrico no es propiedad del usuario.
Otra segunda opción es obtener coches eléctricos y mantenerlos lo máximo posible. Si el vehículo no presenta problemas y el usuario no tiene prisa por obtener uno nuevo, conservarlo en buen estado puede ser la mejor forma de sacarle rentabilidad.
Este estudio ha cambiado de manera fulminante la opción que muchos tenían sobre los coches eléctricos, que actualmente se comercializan como la única alternativa sostenible y viable a los automóviles de combustión. Bajo este controvertido marco, Japón desarrolla un supercoche 100% eléctrico de 1300 CV.