Puede parecer un montaje a simple vista, pero es cierto: el coche de 50 cm existe. El mundo del automóvil está plagado de unidades revolucionarias que baten récords una y otra vez. La atención del sector suele reparar en aspectos como la potencia o la velocidad, pero también hay piezas destacadas en categorías menores. Un ejemplo claro son los vehículos destacados por ser los más estrechos del mundo.
En este grupo hay un modelo que se considera el más relevante. Se llama Larmar y el lanzamiento tuvo lugar en 1948. Para aquella época, Europa había padecido los estragos de la Segunda Guerra Mundial. Cuando el conflicto terminó, sus consecuencias estaban muy latentes. Una de ellas tenía que ver con los soldados que, a causa de las heridas recibidas, habían quedado inválidos.
Ante la gran cantidad de ciudadanos de Inglaterra en esta situación la compañía Larmar Engineering desarrolló el Larmar. Creó un coche estrecho para facilitar el transporte de soldados heridos. Otras de las unidades reconocidas por ser estrechas son el Suzuki Celerio (con un ancho de 1600 milímetros) y el Renault Twizy (1234 milímetros).
Lo que pasa con este coche y su motor es inaudito
Mientras el mundo sigue tratando de recuperarse del impacto causado por el motor eléctrico que desafía toda lógica, ha salido a la luz la existencia de un coche de 50 cm. Andrea Marazzi, un mecánico italiano, ha logrado un hito significativo para el sector automovilístico.
Ha convertido un viejo modelo Fiat Panda del año 1993 en el coche más estrecho del mundo, con 50 centímetros de ancho. Su motor no es de gasolina, sino eléctrico. A simple vista, parece un juguete o un patinete, pero es un coche real y funcional.
El propósito de este desarrollo no es mera diversión. Andrea dedicó más de un año a la construcción y lo hizo como un tributo al Fiat Panda original, un vehículo aclamado en Italia. Elaborado entre 1980 y 2003, esta unidad se convirtió en famosa por ser económica, simple y sumamente resistente.
Su forma cuadrada y su diseño básico lo convirtieron en el modelo ideal para este proyecto. Andrea cortó el vehículo y tomó solo lo necesario: puertas, faros, techo y ruedas. Así lo evidencian las imágenes divulgadas en redes sociales.
Cómo es el coche más estrecho del mundo, con motor eléctrico
En el centro del automóvil reposa un solo asiento destinado para el conductor. Luego, le colocó un motor eléctrico como el que podría disponerse en un cuadriciclo ligero, abastecido por una batería de 24 voltios. Tiene la posibilidad de alcanzar 15 km/h y transitar alrededor de 25 kilómetros con una carga.
El coche más estrecho del mundo funciona correctamente. Tiene todos los elementos necesarios. Además de los nombrados, cuenta con frenos, intermitentes, luz delantera y marcha atrás. No obstante, no está permitido circular con él por las calles, puesto que no tiene homologación.
El sueño de Andrea es claro: ingresar al Libro Guinness como el creador del coche más estrecho del mundo. Por ahora, su invento no está pasando desapercibido.
Ha conseguido hacerse viral en redes sociales, donde muchos ensalzan la armónica mezcla entre arte, humor e ingeniería. Además, el toque de gracia es que utiliza un motor eléctrico, aportando un punto ecológico al invento.
Parece un montaje, pero no lo es: crean el coche más estrecho del mundo con un motor eléctrico
Con una apariencia pintoresca y un motor eléctrico, lo cierto es que el coche más estrecho del mundo existe y su creador podría ser galardonado por un invento revolucionario. Un proyecto que, además de ganar popularidad en tiempo récord, sorprende tanto como este coche que esconde en sus ruedas el futuro.