Si creías que por el año de fabricación de tu coche con etiqueta B, nunca ibas a conseguir tu etiqueta C, estás muy equivocado ya que existen nuevas formas de cambiar para conseguir la nueva etiqueta. Hay ciertos requisitos a cumplir que te permitirán la pegatina tan requerida.
Desde hace ya unos años que se están implementando este nuevo sistema de etiquetas medioambientales, que ha creado la Dirección General de Tráfico (DGT), para distinguir a los autos según su impacto medioambiental. Las distintas etiquetas que se pueden tener van desde la B, que es la menos conveniente, luego la C, la ECO y la Cero Emisiones, siendo esta última la más deseable.
Cómo obtener la etiqueta C en tu coche con etiqueta B
Quienes tengan la etiqueta B tienen la posibilidad de cambiar a la etiqueta C si cumplen con ciertas condiciones. En principio, la principal forma de conseguir esta pegatina es si se cumple con las normativas Euro IV, Euro V o Euro VI, aunque esto no es en todos los casos igual.
Los coches turismos y comerciales de gasolina pueden obtener la etiqueta C si cumplen con una de esas tres normativas, en cambio diésel sólo podrán hacerlo si cumplen con la normativa Euro VI. Además, es importante aclarar que los vehículos que sean de ocho plazas o más podrán obtenerla con la Euro VI, sin importar si es diésel o gasolina.
La fecha de fabricación que exige la etiqueta C (que puede no tenerse en cuenta si es que se cumple con las normativas requeridas) es: los turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculadas a partir de enero de 2006 y diésel a partir de septiembre de 2014. Luego, los vehículos de más de 8 plazas, excluido el conductor, y pesados, tanto de gasolina como diésel, matriculados desde 2014.
Cuánto cuesta pasar de la etiqueta B a la etiqueta C
Luego de comprobar si el coche cumple con la normativa correspondiente, según el tipo de vehículo que sea, el dueño del coche deberá dirigirse a un concesionario oficial de la marca del vehículo y pedir un certificado de conformidad.
Este certificado se paga y puede costar entre 90 y 150 euros, si bien es una buena suma, sigue siendo mucho más económico que comprar un coche nuevo con los requerimientos y más conveniente que quedarse con la etiqueta B.
Por último, al obtener el certificado de conformidad, el dueño deberá dirigirse a una oficina de la Dirección General de Tráfico (DGT) y allí se hará el permiso para el cambio de etiqueta, con una tasa de 8,67 euros por el trámite. Luego, habrá que comprar esa famosa pegatina en una oficina de Correos por 5 euros. Es decir que en total todo el cambio de etiqueta terminaría costando a partir de 103 euros en adelante.
Por qué es tan importante llevar la etiqueta C
Esto se debe a que desde que se impuso el sistema de etiquetas, cada coche queda catalogado de una manera según la etiqueta que consiga, por lo que siempre es conveniente tener la mejor posible. Estas 4 pegatinas son 4 categorizaciones que indican el nivel de impacto ambiental del vehículo.
Las etiquetas van desde la menos amigable con el medio ambiente a la más: estas son la B, la C, la ECO y la 0 Emisiones. Esta última la llevan vehículos eléctricos de batería (BEV), vehículo eléctrico de autonomía extendida (REEV), vehículo eléctrico híbrido enchufable (PHEV) con una autonomía mínima de 40 kilómetros o vehículos de pila de combustible. Esta es la mejor condición, aunque tener la etiqueta C ya es un gran avance.
Es por esto que muchos quieren poder cambiar su etiqueta para mejorar las condiciones de su auto y obtener mayores beneficios. Esta es una gran posibilidad para aprovechar a cambiar la etiqueta de su coche.