Algunas marcas ya han dejado de tener esperanza en los combustibles, y lo que está pasando con el combustible más extraño del planeta lo demuestra. Solo 1 de cada 20 000 coches lo utiliza. El avance exacerbado del calentamiento global y el cambio climático ha llevado a la humanidad a una instancia en la que necesita desprenderse de los combustibles fósiles lo antes posible. Si bien han contribuido durante años al progreso tecnológico, hoy son señalados como los principales culpables de los peores males que acechan la Tierra.
En este contexto, el sector del transporte es uno de los más afectados, ya que utiliza los combustibles fósiles para movilizar diferentes piezas. Así es como en el último tiempo hemos sido testigos del aterrizaje de formas de abastecimiento que no se habían visto hasta ahora o sí, pero de forma puntual.
La emergencia climática y las obligaciones de los tratados internacionales ha obligado a las compañías del sector a buscar alternativas y los descubrimientos que están apareciendo impactan. Este es el caso del combustible más extraño del planeta.
Solo 1 de cada 20 000 coches utiliza este combustible
Los coches de hidrógeno representan solo el 0,018% a nivel mundial y sus ventas han caído en picado. Este porcentaje corresponde a 1 de cada 20 000 coches redondeando. Las ventas de vehículos con pila de combustible bajaron un 34% en la primera mitad de este año. En Europa se vendieron menos de 600, frente a los 1,5 millones de coches eléctricos de batería comercializados.
El dato que asola a los coches de hidrógeno es malo en un mercado pequeño. A nivel mundial, se vendieron 5.621 unidades en todo el mundo de vehículos de hidrógeno en el primer semestre de 2024. Un 34,1% menos de lo registrado en 2023, según datos aportados por SNE Research. El punto máximo en la venta de estos modelos llegó en 2022, pero al año siguiente ya cayeron un 20,7% con una tendencia que sigue a la baja.
Estas devastadoras cifras tienen su razón de ser en los inconvenientes que encuentran los usuarios en estos vehículos. Por ejemplo, son caros, la infraestructura de repostaje es escasísima (testimonial en algunas zonas del mundo) y a nivel tecnológico se vieron superados por los modelos eléctricos de batería. Si comparamos las ventas de los vehículos de este combustible con las del mercado completo, los números se vuelven más aterradores.
En la primera mitad de este año, 30,3 millones de coches nuevos fueron matriculados en los principales mercados: China, Europa, Estados Unidos, India, Japón, Brasil y México. Contemplando la cifra anterior, concretamente 30.292.700 unidades, los vehículos con pila de combustible apenas llegan al 0,018% de los coches nuevos vendidos internacionalmente.
El combustible más extraño (hidrógeno) no termina de encontrar su lugar
Acotando la comparativa, Europa vendió 1,5 millones de coches eléctricos de batería (BEV) en la primera mitad de 2024, un número parecido al del mismo periodo del año pasado. En el mismo periodo de tiempo solo se comercializaron 594 coches de hidrógeno, aunque supuso un aumento del 21,5% internacional.
En España, un país donde el avance del coche eléctrico es más lento que en el resto de la UE, se lograron 25.000 ventas de vehículos eléctricos de baterías en los primeros seis meses de 2024, superando por 4 el número de coches de hidrógeno vendidos en todo el mundo. Existe un total de 31 modelos que mensualmente venden más unidades en el territorio español que el total de coches de hidrógeno a nivel internacional.
En definitiva, aunque muchos hablan del hidrógeno como el “combustible del futuro”, solo 1 de cada 20.000 lo utiliza realmente.



















