Aparece el combustible definitivo y una reconocida firma está dispuesta a producir 100.000 motores. Puede suponer el adiós definitivo a la gasolina. Es palpable la necesidad que tenemos de desprendernos de los combustibles fósiles, una ‘herramienta’ que nos ha servido para obtener energía durante mucho tiempo. Sin embargo, aquello que antes era una solución, ahora se ha convertido en el foco de graves problemas para el planeta y la humanidad.
La liberación de gases contaminantes a la atmósfera nos ha traído devastadoras consecuencias que se resumen en dos trágicos conceptos: calentamiento global y cambio climático. Así es como en algunas zonas del mundo ya se están viendo verdaderas catástrofes como lluvia ácida, deshielo de casquetes polares, aumento del nivel del mar, incremento de lluvias torrenciales y una mayor frecuencia de huracanes, entre otras.
Bajo estas circunstancias, resulta innegable hablar y buscar un cambio, con nuevos combustibles que reemplacen a los ya existentes. Una apuesta total por fuentes de energías limpias y renovables es la única solución.
¿Estamos ante el combustible definitivo? Esta compañía parece tenerlo claro
Stellantis desea producir 100.000 vehículos con pila de combustible de hidrógeno (el combustible definitivo) al año para 2030. Busca que su oferta de turismos en Europa se componga en exclusiva de coches eléctricos a baterías (BEV) a partir del año 2030. No obstante, en el sector de los automóviles comerciales seguirá una estrategia diferente y cautivadora, ya que apostará también por la pila de combustible de hidrógeno FCEV).
Hasta ahora, se trata de una tecnología muy minoritaria. El grupo tiene en sus planes tener ocho furgonetas medianas y grandes con esta tecnología: Citroën Jumpy y Jumper; FIAT Scudo y Ducato; Opel Vivaro y Movano; y Peugeot Expert y Boxer. En su oferta también habrá coches de hidrógeno en Estados Unidos, dado que se está preparando todo para una versión con pila de combustible de la camioneta RAM 5500.
“Este año, estamos comenzando la producción de vehículos más grandes en Polonia, y se espera que el desarrollo en América del Norte siga rápidamente, especialmente con la gran RAM 5500 en una versión de pila de combustible”, dijo Jean-Michel Billig, jefe del programa de hidrógeno del grupo franco-italiano, en una entrevista con WELT AM SONNTAG.
Y agregó: “En la próxima década, esperamos una participación de mercado significativa para esta tecnología, y podría ser de hasta el 40 por ciento para los vehículos comerciales”. El anhelo de Stellantis es seguir escalando en su capacidad de producción hacia modelos con pila de combustible y llegar a las 100.000 unidades para 2030.
Stellantis quiere llevar el hidrógeno a lo más alto (hasta que sea el combustible definitivo)
Hasta ahora, la empresa no ha podido cumplir con sus metas, puesto que solo ha vendido 350 unidades de sus furgonetas medianas de hidrógeno (Citroën ë-Jumpy Hydrogen, Opel Vivaro-e Hydrogen, Peugeot e-Expert Hydrogen). Todas han empleado un motor de 136 CV (100 kW) y 260 Nm vinculado a una batería que apenas llega a 10.5 kWh y a una pila de combustible de 45 kW.
Su autonomía llega a los 400 km WLTP gracias al uso de tres tanques de 700 bares. Puesto que el pack funciona con una reserva de 50 km, el alcance de la pila de combustible es de 350 km WLTP. En Francia, la Citroën ë-Jumpy Hydrogen tiene un valor de 85.800 euros, un precio de partida alto si lo comparamos con el modelo eléctrico a baterías (48.600 euros).
Aunque las ventas parecen no estar acompañando, Billig se muestra esperanzado: “En el futuro, el hidrógeno será un componente esencial del CO2-Libre movilidad. Queremos ofrecer una gama de productos totalmente descarbonizada en Europa a partir de 2030. Para hacer esto, también necesitamos esta tecnología”.
El combustible definitivo y el peor enemigo de la gasolina podría ser hidrógeno, según los pronósticos de Stellantis. De hecho, España también va a fomentar su uso apoyada por las ayudas de la Comisión Europea.
