España ha inventado un nuevo combustible que puede dejar en el olvido al hidrógeno. Es verde y cuesta 10.000 millones de euros. Cada vez hay más opciones de combustible que reemplazan a la gasolina, el gas y la electricidad. Es necesario usar fuentes de energía alternativas a los combustibles fósiles para frenar el cambio climático y disminuir la contaminación atmosférica.
La quema de combustibles fósiles (como petróleo, carbón y gas natural) en transporte, la producción de electricidad y los procesos industriales emiten una gran cantidad de emisiones de CO2, un gas que es nocivo para la respiración cuando está presente en una alta concentración. Con el fin de detener el cambio climático, el mundo debe sustituir poco a poco el uso de combustibles fósiles por energías renovables.
Además de que este cambio reduciría las emisiones de gases de efecto invernadero, en esta búsqueda de nuevos combustibles, podríamos hallar opciones más eficientes que las conocidas hasta ahora.
España desarrolla un nuevo combustible: el hidrógeno ya es historia
Llega un nuevo combustible a España de la mano del gran gigante del transporte marítimo: el metanol verde. Maersk es el gigante del transporte marítimo, junto a MSC, y en 2022 escogió España como territorio para generar metanol verde. Este dato es sumamente bueno a nivel económico, ya que supuso una inversión de alrededor de 10.000 millones de euros hasta 2030 y la creación potencial de 85.000 empleos aproximadamente.
El metanol verde (o e-metanol) es un combustible renovable que podría convertirse en el próximo sustituto del gasoil de los barcos. En términos de contaminación, aunque se ha puesto mayor énfasis en los niveles de emisiones del sector automóvil, los barcos también gastan enormes cantidades de combustible para moverse. Sin embargo, este problema podría subsanarse pronto con los planes de Maersk de descarbonizar toda su flota antes de 2040.
Para alcanzar este objetivo, se necesita una alternativa sostenible. La primera fase se centra en la producción del nuevo combustible. Antes de 2023, Maersk ya quería poner en marcha 19 grandes buques con motores de combustible dual, capaces de funcionar con gasoil y aprovechar el metanol verde.
Los barcos consumen mucho. Con metas claras sobre la mesa, la empresa ha hecho una alianza con siete compañías globales, pero no tienen suficiente. Parte de la solución radica en producir alrededor de 2 millones de toneladas en España. Una creación que vendría directamente de ellos mismos.
El hidrógeno peligra con la llegada de esta nueva alternativa
Cuando hablamos de metanol verde nos referimos a un tipo de metanol hecho a base de fuentes renovables. El metanol tradicional toma como base el gas natural. No obstante, el metanol verde se realiza a partir de fuentes renovables como la biomasa o a través de la captura de moléculas de CO2. Es un proceso complejo que necesita costosos centros de producción, pero el combustible obtenido es ecológico e igual de válido que otros.
En la producción del metanol verde interfiere otra fuente de energía que España tiene muy presente: el hidrógeno verde. Para generar metanol verde se necesita hidrógeno verde obtenido a partir de electrólisis de agua.
Siguiendo esta misma línea, el metanol verde es una alternativa más estable que la del gas natural licuado. Más allá de su producción, el metanol verde se conserva en estado líquido en condiciones normales, a temperatura y presión ambiente. Esto hace más fácil su transporte y permite prescindir de un almacenamiento especial y totalmente aislada para reducir su temperatura.
No es casual que Maersk haya elegido España para el proyecto del nuevo combustible, ya que el territorio español también está invirtiendo en el fortalecimiento de combustibles alternativos como el hidrógeno verde.



















