Hay un extraño combustible que Elon Musk descarta. Sin embargo, España lo produce y ya hay motores que lo contemplan. Después de deslumbrar en el territorio español con un megaproyecto, habla sobre este tipo de combustible que considera “estúpido”. Los nuevos combustibles no dejan de aparecer y, de hecho, son una respuesta crucial a la necesidad global de disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Algunos de los combustibles que están ganando mayor popularidad son los biocombustibles, el hidrógeno, los combustibles sintéticos y la energía nuclear avanzada. La proliferación de nuevos combustibles cambia según el tipo y la tecnología utilizada.
Un ejemplo es el etanol, que llega principalmente mediante la fermentación de azúcares derivados de cultivos ricos en azúcar y otro es el hidrógeno, generado a partir de agua. En resumen, la aparición de nuevas alternativas significa que la humanidad ha comprendido en qué punto se encuentra el planeta Tierra en cuanto a contaminación.
Elon Musk descarta un combustible muy utilizado que produce España
Elon Musk se muestra más que complaciente con la idea de utilizar vehículos eléctricos, pero rechaza de lleno el hidrógeno. De hecho, en una oportunidad acuñó que es “la forma más estúpida” que podía imaginar para “almacenar energía”.
Estas palabras, proferidas en el evento Cars of the Future 2022, se divulgaron en todo el mundo. Otros expertos defienden sus declaraciones, dado que el hidrógeno no siempre asegura una mayor eficiente ni ahorro en costes ni tiempo. No obstante, por ahora, el hidrógeno es una de las mejores opciones para sustituir al gas natural (metano).
Hay ciertas industrias y vehículos que no ven viable el uso de energía eléctrica ni baterías, por lo que el hidrógeno en esta instancia es casi la única alternativa. Quienes ven el hidrógeno como un vector energético lo hacen porque lo consideran interesante en cuestión de densidad por masa, no tanto por volumen.
Para evitar que el hidrógeno ocupa demasiado espacio, habría que licuarlo, un procedimiento que consume energía. Puede manejarse con mayor comodidad convirtiéndolo en amoniaco o metanol, pero esas transformaciones (y deshacerlas) también consumen energía. Finalmente, verificar si el hidrógeno es factible o no es una decisión relegada a los números.
En algunas ocasiones es posible electrificarlo todo, mientras que es otra es prácticamente imposible. Tampoco deben descartarse tan rápido avances que pueden obtenerse para hacer una electrólisis más eficiente (ruptura de moléculas de agua) a través de catalizadores o que se consigan maneras permanentes de atrapar el carbono al sacar hidrógeno de los hidrocarburos, sin riesgo de futuras fugas o reemisiones. Los avances que aparezcan pueden cambiar el paradigma impuesto.
Elon Musk no quiere saber nada del hidrógeno, pero otros lo ven como una opción viable
Cabe la posibilidad de que las pilas de combustible de hidrógeno mejoren considerablemente su eficiencia y se necesiten menos materiales preciosos para su construcción. Sin importar el avance que venga en camino, siempre va a ser más eficiente bajar el número de transformaciones en función de lo que se desee producir o mover de un sitio a otro.
Pese a la información positiva que pueda llegar sobre el hidrógeno, Elon Musk tiene claro que no quiere saber nada de él ni de su uso.
De hecho, hace unos años publicó una broma vía X (Twitter) el día de los inocentes anglosajón (1 de abril) donde aseguraba que Tesla sacaría modelos de hidrógeno. Esta fue una forma más de demostrar ante el mundo su rechazo absoluto a una energía por la que varias naciones imploran. En definitiva, Elon Musk considera ‘estúpido’ el uso del hidrógeno, aunque España y otros países opten por él.



















