Tras el derribo energético de España a Alemania, un país cercano traiciona a España y se queda con algo que era suyo. El mundo atraviesa un profundo proceso de cambio energético y de descarbonización que se ve reflejado en las decisiones cotidianas de los ciudadanos/as. Una de ellas es la elección de un coche para movilizarse. El mercado manda y ahora impera la búsqueda de un coche eléctrico debido a las imposiciones expuestas por diferentes naciones. Sin embargo, en lo que concierne a Europa, los consumidores (especialmente los españoles) no quieren comprar tantos vehículos eléctricos como los que las marcas tenían pensado fabricar.
De hecho, la caída de la producción de 2024 comparada con la del año pasado comienza a hacer saltar las alarmas. Mayo fue el peor mes registrado para las unidades con enchufe originarias de las plantas españolas: 23.122 unidades eléctricas se fabricaron, un 31% menos que en el mismo periodo de 2023. Por otra parte, en los primeros 5 meses del año el retroceso acumulado fue del 14,7%, hasta 121.334 unidades, según los datos publicados por la patronal española de fabricantes de coches (ANFAC).
La cuota de piezas electrificadas respecto al total de los producidos acabó en mayo en el 9,3%, más de 4 puntos menos en el mismo lapso del tiempo en 2023. Correspondió a 249.515 unidades, un 0,2% menos. En este contexto, un país cercano a España se queda con algo que hasta ahora era suyo y tiene que ver con esta industria.
España es traicionada de la peor manera: este país le quita una gran oportunidad para progresar
Un compacto dejará de fabricarse en España para irse a Marruecos. Así pasará a ser un coche eléctrico muy barato. Hace apenas unos meses tuvo lugar la presentación del actualizado Citroën ë-C4, que llegó con un amplio repertorio de novedades, especialmente estéticas. No obstante, estos cambios responden a algo minoritario en comparación con las mejoras que se avecinan en su próxima generación, que hará su irrumpió en el mercado en 2027. Ahora, gracias a una información aportada por el medio L’Argus, han salido a la luz importantes datos sobre este asunto.
El modelo Citroën ë-C4 de próxima generación estima cambiar determinados aspectos fundamentales respecto a lo que hemos visto hasta ahora. Además de novedades estéticas y mecánicas, brindará una reestructuración en las partes que no se ven. Un ejemplo claro es su producción, que abandonaría España para ir a Marruecos. En la actualidad, esta pieza se produce en masa sobre la planta madrileña de Villaverde, pero su nueva aspiración de ser un modelo ‘barato’ habría obligado a la firma a llevar su coche a la planta de Kenitra, ubicación en la que la producción es mucho más asequible.
Bajo estas circunstancias, el próximo Citroën ë-C4 quedará ensamblado en la misma planta en la que ya se produce el Peugeot 208, el Citroën AMI y sus derivados (FIAT Topolino y el Opel Rocks-e). La meta de Stellantis es aumentar la producción en estas instalaciones, alcanzado a los 450.000 vehículos al año para 2028. Además de estos vehículos, la empresa también derivará a Marruecos la fabricación del nuevo FIAT Multipla, entre otros modelos.
España se despide del Citroën ë-C4: su producción llega a Marruecos
Todo parece indicar que el nuevo Citroën ë-C4 utilizará el esquema mecánico mostrado en el ë-C3. Esto derivará en la introducción de una potencia de acceso de 113 CV y una autonomía de alrededor de 300 kilómetros. Es probable que esta arquitectura evolucione de manera notable en los próximos años, dotándose de mayor potencia y rango eléctrico.
España pierde la producción de este modelo a manos de Marruecos, que se queda con algo que hasta ahora fue suyo. Al mismo tiempo, Marruecos descubre la tecnología para los coches del futuro: no es hidrógeno, y ha paralizado al mundo.



















