Mientras Galicia reclama su conexión al corredor ibérico de hidrógeno verde, el hidrógeno podría pasar a la historia con el potencial que presenta el nuevo combustible del futuro. Ya hay un proyecto en marcha y todo apunta hacia el aire. El contexto actual del mundo es una profunda transición energética y descarbonización donde la electricidad y el hidrógeno se ven como las alternativas de oro para dejar de lado los combustibles fósiles. La contaminación ha llegado a tal punto que expertos, empresas e incluso naciones se han comprometido con la causa de traer nuevos combustibles al mercado.
Aunque se han experimentado grandes hitos para el sector, todavía no se ha hallado el sustituto ideal para los fósiles. Han reinado en el marco automovilístico durante décadas, por lo que encontrar un reemplazo está tomando más tiempo del que se pensaba. El hidrógeno se torna como una de las soluciones más contempladas porque se trata de un combustible limpio. Cuando se consume en el interior de una celda de combustible, solo genera agua. El hidrógeno puede generarse a partir de una amplia variedad de recursos energéticos, como gas natural, biomasa, energía eólica y energía fotovoltaica.
Estas cualidades convierten el hidrógeno en el aparente combustible perfecto para aplicar en el sector del transporte y para producir electricidad, puesto que puede aplicarse en industrias, viviendas, almacenamiento de energía y movilidad sostenible. No obstante, ya no está tan claro que el hidrógeno sea el combustible del futuro. Aseguran que el aire podría sustituirlo y, de hecho, ya hay proyectos que lo prueban.
El combustible del futuro destruye todo lo que pensábamos sobre el hidrógeno
Un grupo de científicos sostiene que el aire puede ser el próximo combustible del futuro, dejando fuera de juego al hidrógeno. En Lindau, Alemania, una compañía está convirtiendo el aire en un combustible verde. “Creemos que el CO2 no es solo un residuo, sino que puede ser un recurso para todo tipo de productos”, expuso Johannes Brock, químico y director de tecnología de Obrist Group, según registra el portal DW. Obrist Group es una compañía austriaca con más de dos décadas de experiencia en sistemas de propulsión para automóviles.
Lo emplean para la generación de metanol verde, un compuesto químico ya implementado en varias industrias como una alternativa sostenible a los combustibles fósiles. Para llevar adelante su cometido, Brock y su equipo realizan una “captura directa de aire” (DAC), una tecnología que filtra el CO2 de la atmósfera y lo convierte en apto para aplicaciones industriales. Aunque suene novedosa, esta tecnología tiene una vigencia de más de 10 años. Sin embargo, nunca se había hablado de ella a gran escala.
“La tecnología funciona bien a pequeña escala, pero la mayor dificultad técnica es construir grandes instalaciones y garantizar que el proceso siga siendo eficiente”, manifestó Brock ante el medio ya nombrado. Brock y su equipo están realizando pruebas con automóviles Tesla modificados como híbridos, combinando una batería eléctrica más pequeña con un motor de metanol. “Los vehículos eléctricos suelen tener una batería costosa y pesada. Con nuestros modelos híbridos, los costos de fabricación se reducen aproximadamente a la mitad”, expresó, por su parte, Frank Obrist, CEO y fundador de Obrist Group.
El hidrógeno es cosa del pasado con la implementación del aire, el verdadero combustible del futuro
Carlos Bravo, consultor medioambiental de la plataforma europea Transport and Environment, dio su opinión sobre el “sustituto del hidrógeno” y advirtió que “sería una excelente opción para el transporte marítimo, donde las posibilidades de utilizar baterías como las de los coches son todavía muy limitadas”.
Asimismo, la ingeniera bioquímica Anna Mas Herrador, que investiga esta tecnología en la Universidad Rovira i Virgili de Cataluña, dijo que la tecnología DAC “tiene un potencial prometedor, ya que ofrece la capacidad de capturar CO2 directamente del aire, independientemente de la ubicación geográfica. Podría complementar otras medidas de mitigación del cambio climático, como la reducción de emisiones y el uso de energías renovables”.
Con las declaraciones aportadas al portal mencionado y las pruebas realizadas (como esta realizada sobre el Tesla Model Y), el mundo se acerca cada vez más al aire, el nuevo combustible del futuro, y deja de lado al hidrógeno.












