Holanda modificará el futuro de los mares. Sus grandes buques usarán fotones para impulsarse. Una medida completamente alineada con los planes de descarbonización fijados para el transporte marítimo. En un sector que supone cerca del 3% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, cada avance (por pequeño que sea) vale mucho. Además, el transporte marítimo no puede permitirse fallar en su cometido, puesto que es el pilar del comercio internacional. Mueve alrededor del 90% de los bienes a nivel global, según reporta la web de Carolina Logistics Inc.
Importancia de descarbonizar el transporte marítimo
Tras revelarse la existencia de los barcos de Japón que escupen vapor de agua, la atención del sector está posicionada sobre la singular propuesta de Holanda. En este momento de la historia del transporte marítimo, los esfuerzos por descarbonizarlo ya no son algo meramente teórico, sino una realidad práctica.
Los cambios en las aguas se están haciendo palpables producto de unas regulaciones más estrictas, innovación tecnológica e inversiones sostenibles. Paso a paso, el transporte oceánico avanza hacia un futuro bajo en carbono.
La Organización Marítima Internacional (OMI) ha estipulado objetivos claros para bajar las emisiones, que contemplan una disminución del 20% para 2030 y conseguir emisiones netas cero para 2050. Estas normas globales están impulsando a las navieras a adoptar tecnologías más limpias.
A día de hoy, ya existen regiones en el mundo que han instaurado áreas de control de emisiones (ECAs) y esquemas de precios de carbono para agilizar la transición. Siguiendo esta línea, Holanda se ha propuesto marcar la diferencia. Ahora sus grandes buques utilizarán fotones para propulsarse.
La revolucionaria propuesta oceánica de Holanda
La startup holandesa Wattlab ha instalado un sistema solar en buque de carga que disminuye el consumo de energía en un 20%. Ha equipado el modelo MV Vertom Tula con 79 kWp de energía solar. Se alza así como el primer buque marítimo con un sistema fotovoltaico desmontable.
La implementación de sistemas fotovoltaicos flotantes como los de Wattlab establece una transformación tangible en la manera en la que los barcos de agua le hacen frente al desafío energético actual. El MV Vertom Tula, carguero multipropósito, ostenta 7280 toneladas de peso muerto y una propulsión diésel-eléctrica.
Con la nueva tecnología implantada, tiene el título del primer buque de alta mar con un sistema Solar Flatrack de Wattlab incorporado. Es una solución creada específicamente para transformar el espacio inactivo del modelo en energía útil, sin que esto pueda interferir con las actividades portuarias ni con la seguridad de carga.
La disposición de 44 módulos solares y una potencia instalada de 79 kWp, este método brinda electricidad para los equipos auxiliares del barco.
Holanda está un paso más cerca de la descarbonización
Como resultado ha quedado un ahorro de energía de alrededor del 20%. Un porcentaje que alivia la demanda sobre los generadores diésel tradicionales, sino que también baja otros parámetros, como el ruido, la vibración y las emisiones contaminantes. Uno de los puntos más notorios de su éxito es la simplicidad del montaje.
En menos de 24 horas, el sistema ya estuvo operativo debido a un diseño basado en conexiones tipo twist-lock, los mismos anclajes estándar que se usan en los contenedores. Esto quiere decir que los paneles pueden retirarse, apilarse y almacenarse de forma fácil si la práctica así lo solicita. Además, es una tecnología adaptable.
Los Flatracks pueden permanecer sobre las escotillas hasta cuando se están llevando a cabo maniobras de carga y descarga. Esto impide los tiempos muertos y las dificultades logísticas. La experiencia práctica de los buques de Holanda ha demostrado que requieren de un mantenimiento casi nulo.
La inclusión de paneles solares en buques mercantes, como propone Holanda, abre la puerta a nuevas posibilidades como la reducción directa de emisiones en operaciones auxiliares, una modularidad que permite escalar según las necesidades y una posible integración de hidrógeno verde u otras tecnologías emergentes.
Si el empleo de estos sistemas se generaliza, los costes de fabricación e instalación podrían bajar. Holanda cambiará el futuro de los mares. Sus grandes buques utilizarán fotones para impulsarse, quedando un paso más cerca de la descarbonización. En paralelo, se dice que así serán los barcos del futuro.















