Para 2030, se prevé que los principales casos de uso de la conectividad, como los juegos y las actualizaciones OTA, entre otros, podrían generar entre 250.000 y 400.000 millones de dólares anuales para los actores del ecosistema de la movilidad.
Los fabricantes se están preparando para potenciar la experiencia de los conductores y los pasajeros que van a bordo. Por ello, han de conocer sus preferencias en cuanto a conectividad y servicios digitales se entiende. Según la encuesta McKinsey Mobility Consumer Pulse, la mitad de los propietarios de automóviles sostiene que desean utilizar soluciones de conectividad, cuya oferta será mayor con el paso de los años.
Los compradores de eléctricos, los más receptivos
Los compradores de vehículos eléctricos (EV) son los que se muestran más receptivos con estos servicios, donde un 69% planea aumentar el uso de soluciones de conectividad, en comparación con el 47% de los clientes con intención de comprar coches tradicionales.
A su vez, el estudio revela que solo un 17% de los consumidores está satisfecho con las ofertas de conectividad actuales. Estos datos sugieren que los fabricantes han de seguir perfeccionando las soluciones identificando qué es lo más valorado y utilizado por los clientes.
Muchos usuarios equiparan los servicios integrados en sus vehículos con los que están disponibles en el mercado a través de sus teléfonos móviles. Este aspecto es importante tenerlo en cuenta, puesto que casi la mitad de los encuestados no compraría un vehículo que careciera de interfaces de proyección de smartphones, como Apple CarPlay o Android Auto.
Los consumidores consideran que las funciones de comodidad de conducción, como los localizadores inteligentes de aparcamiento, el pago en el coche y los puntos de conexión WiFi del vehículo, se encuentran entre las ofertas digitales y de conectividad más importantes.
El impulso de las soluciones tecnológicas
El crecimiento previsto de los coches autónomos, que permitirían a los conductores desviar su atención de la carretera, podría impulsar las soluciones digitales centradas en entretenimiento en el coche. Esto también sucedería con el auge de los coches eléctricos, cuyos propietarios pasarían un mayor tiempo de inactividad en el vehículo mientras este se carga.
La mayoría de los consumidores desean tener un acceso flexible a las funciones de conectividad y menos de un tercio de los encuestados sostiene que preferiría comprometerse a ellas pagando una cuota única como parte de la configuración del vehículo. La gran parte de los usuarios (80%) desea seleccionar sus servicios de conectividad iniciales antes o en el momento de la entrega del vehículo, lo que les facilitaría un acceso inmediato.
Protección de datos
A medida que los coches estén más conectados, recopilarán grandes cantidades de información acerca de los consumidores y de sus pautas de conducción. De este modo, los datos extraídos del estudio de McKinsey reflejan la preocupación de los encuestados por la privacidad, ya que menos del 20% de ellos están dispuestos a compartir sus datos. Sin embargo, los compradores de EV están dos veces más dispuestos a compartirlos que los propietarios de los coches tradicionales.
Cuando se les pregunta por las organizaciones en las que confían sus datos relacionados con la movilidad, los clientes son más propensos a facilitárselos al fabricante de su vehículo, autoridades independientes certificadas de gestión de datos de terceros y proveedores de seguros.
China lidera el camino a la conectividad
Las ofertas de conectividad son cuatro veces más importantes para los compradores chinos en comparación con los de otros mercados automovilísticos líderes. El 54% de los clientes chinos está dispuesto a cambiar de marca para disfrutar de una mejor experiencia digital. En cambio, en Alemania y EE.UU., menos del 40% se lo plantearía. Asimismo, aproximadamente el doble de los usuarios chinos considera valiosas las funciones de conectividad en comparación con sus homólogos europeos y estadounidenses.
Estos resultados van en consonancia con las pautas establecidas desde hace tiempo, puesto que los consumidores del país asiático han liderado la adopción de servicios digitales en el automóvil y están más atentos a las ofertas de conectividad en el coche eléctrico.