Después del impacto causado por el hipermotor eléctrico de Suecia, aparece en escena un motor que destroza los límites teóricos. Registra un 98,5% de eficiencia sin una gota de hidrógeno. Los combustibles fósiles están quedando a un lado en el sector transporte ante la llegada de alternativas más limpias, como la electricidad y el hidrógeno. Combustibles que antes se veían como la solución para seguir progresando, hoy son señalados como los culpables de los grandes “males” que acechan el planeta (el cambio climático y el calentamiento global).
Reducir las emisiones de CO2, CH4 y N2O es imperativo para mitigar el avance del cambio climático. Es por eso por lo que el uso de los fósiles tiene que ir de más a menos. En este contexto, compañías de todo el mundo trabajan e incluso se alían para encontrar el ansiado “combustible del futuro” que termine con la incertidumbre de la industria. Vaclav Smil, científico y profesor emérito de la Universidad de Manitoba en Canadá, está convencido de que el reemplazo de los fósiles por renovables será una tarea que llevará generaciones.
De hecho, los objetivos impuestos por Europa del año 2035 como momento en el que dejaran de venderse vehículos de combustión, el paso previo a su prohibición definitiva que llegaría en 2050. Aunque todavía queda por ver si el mercado permite que estas metas se cumplan, las corporaciones vinculadas al transporte ya están trabajando en nuevas alternativas. Así es como hemos descubierto la existencia de un motor revolucionario que destroza los límites teóricos.
Adiós a todo lo que has conocido: este motor rompe con el paradigma impuesto
GAC comienza la producción de su nuevo motor eléctrico capaz de agregar 50 km de autonomía extra a un coche eléctrico. La mejora de las autonomías es un tema que puede abarcar de varias maneras, tanto con baterías de mayor capacidad y densidad energética, reducción de peso y mejora de la aerodinámica, como con la mejora de la eficiencia del sistema de propulsión.
Este último caso es el materializado por el fabricante chino GAC, que ha iniciado la producción de su avanzado motor eléctrico Quark Electric Drive 2.0. Un tren motriz con una densidad de potencia de 13 kW/kg y una eficiencia del motor del 98,5%. Números comparables con las 10,14 kW/kg y eficiencia del 98,11% que proporciona el nuevo motor de Xiaomi.
El motor de GAC hace posibles giros máximos de 30.000 rpm, algo que nuevamente puede verse en perspectiva con las 27.200 revoluciones del motor V8 de Xiaomi, un modelo que todavía no está en producción. También permite compararlo con las 21.000 revoluciones de la pieza Tesla Model S Plaid o las 16.000 revoluciones del modelo Porsche Taycan Turbo.
La clave del éxito es que usa un material especial, un imán blando amorfo conocido como “metal líquido” porque cuenta con una permeabilidad de 20 a 100 veces la de una lámina de acero al silicio común y el grosor es solo una cuarta parte de una hoja de papel A4.
Esto brinda al motor una eficiencia general cercana a la superconductividad a temperatura ambiente. Una mejora de eficiencia que consiente que un coche eléctrico medio mejore su autonomía en 50 kilómetros sin la obligación de efectuar modificaciones en su batería. También permite agregar 150 km a un vehículo eléctrico con extensor de autonomía.
El motor de GAC marca un antes y un después: su eficiencia lo es todo
Otro beneficio de este motor es que, gracias a su mayor eficiencia, existe la posibilidad de recortar la diferencia existente entre las variantes de uno y dos motores. El Quark Electric Drive 2.0 será instalado pronto en formatos de Hyptec. Es una división que antes se conocía como Aion Hyper. Modificó su nombre para iniciar su expansión en Europa y se ha transformado en la sub-marca premium del grupo.
En definitiva, este motor ha destrozado todos los límites teóricos con un 98,5% de eficiencia. Un rasgo compartido con el motor británico que dispara la eficiencia y revienta el hidrógeno.