Italia ha presentado un motor montado al revés. Es 1.000 veces mejor que los eléctricos y utiliza un combustible que ya conoces. El motor que se divide en tres consiguió llamar la atención, pero la instalación de esta pieza tiene al mundo en vilo. Diferentes naciones ya se han pronunciado acerca de la gran necesidad que tenemos de cambiar nuevos combustibles. Por ejemplo, Europa tiene pensado prohibir la venta de vehículos de combustión para 2035 y cerrar su circulación para 2050.
Aunque para llegar a este punto se debe superar una revisión datada para 2027, todo parece indicar que los combustibles fósiles utilizados hasta ahora en el campo de la movilidad tienen los días contados. Para alcanzar los ambiciosos objetivos de descarbonización será necesario adherirse a las nuevas medidas de descarbonización, entre las que se encuentra la adquisición de medios de transporte más sostenibles.
En este contexto, han aparecido varias propuestas revolucionarias sobre la mesa que hacen que el mundo tenga en la mira combustibles que antes ni contemplaba. Italia se posiciona como un país innovador que se ha animado a romper con el paradigma impuesto con el modelo que presentamos a continuación.
Italia impacta con su motor al revés: es mucho mejor que los eléctricos
Ferrari ha revolucionario el mundo del motor con su increíble modelo 6 en línea bocabajo con el que planea la llegada de un futuro sin gasolina ni coches eléctricos. Aunque las piezas 100% eléctricas habían ganado mucho terreno, Ferrari parece dispuesta a tener la última palabra. Todavía cree que hay una salvación para la combustión interna, pero no de la manera en que la hemos utilizado hasta ahora.
Optar por modelos eléctricos no solo implica un producto diferente para el usuario, sino también una inversión considerable para los fabricantes de automóviles. Sin embargo, Ferrari apuesta por utilizar la tecnología de combustión interna ya existente con un combustible del que ya hemos oído hablar otras veces: el hidrógeno.
Tiene en mente un deportivo con un motor de seis cilindros en línea bocabajo, y en posición central. De hecho, Ferrari ha registrado una patente que versa sobre un automóvil de combustión interna de hidrógeno. El inconveniente de desarrollar automóviles que funcionan con combustión de H radica en su complejo almacenamiento y el requisito de depósitos de determinado tamaño, por la menor densidad energética de este frente a la gasolina.
Si se logra que un vehículo de estas características funcione con una autonomía entre repostajes razonable, lo normal es que aparezca como resultado un coche grande y pesado, una idea que no va de la mano con el estilo de Ferrari. Es por eso que se ha optado por una solución más radical y alejada de lo que ahora aporta Ferrari para preservar el concepto acuñado por la firma.
Ferrari salva la combustión con este motor de hidrógeno
En la patente aparecen diversas configuraciones mecánicas y se abre un amplio abanico de posibilidades como la del uso de motores en uve, en disposición posterior y central, justo detrás del habitáculo. También recoge varias disposiciones de los depósitos de H. Ferrari ha pensado en una pareja de depósitos esférico (uno a cada lado del motor), en dos depósitos cilíndricos de diferente tamaño por encima del motor y uno seguido de otro. También ha contemplado la posibilidad de utilizar los cuatro a la vez.
Para cumplir con las expectativas de un motor de estas características, se decanta por una pieza seis cilindros, dado que busca el desarrollo de un modelo que atesore el rendimiento esperado de un coche deportivo, con una autonomía adecuada.
En su patente, la compañía replantea el uso de un motor de seis cilindros en línea bocabajo y con un transeje, con la transmisión de doble embrague justo detrás del motor. Esta se dispondría en una posición central y detrás del habitáculo, sobre el eje trasero. Así podría recurrirse a una configuración de H que haría posible el uso de los cuatro depósitos mencionados. Esto es dos esféricos uno a cada lado de la pieza y dos cilíndricos de diferente tamaño sobre el motor.
Con estas características e instalando los depósitos detrás del habitáculo, podría llevarse a cabo el desarrollo de un automóvil corto sin penalizar el espacio a bordo (como un deportivo biplaza).
Italia revoluciona el mundo del motor: Ferrari apuesta por el hidrógeno como nadie
Además, la patente completa el uso de varios turbocompresores que no utilizarían la presión de los gases de escape para sobrealimentar el motor. Al contrario, la emplearían como un compresor eléctrico invertido donde el giro de la turbina se usa para producir energía eléctrica. Esa energía se utilizaría después para suministrar un motor eléctrico completamente desconectado de la transmisión que, instalado en el eje delantero, también tendría el rol de ‘recuperador de energía’.
En definitiva, Italia trae al mercado la idea de un motor imposible que muestra cómo la marca está valorando todas las posibilidades para otorgar variedad a sus compradores.