Los motores eléctricos se han vuelto cada vez más populares, por ser más eficientes y ecológicos, pero parece que ya están pasando de moda, pues llega una nueva innovación que funciona únicamente quemando agua y tiene todo el potencial necesario para revolucionar la industria automotriz.
El mundo de los motores eléctricos
A medida que la demanda de coches aumenta ha surgido un gran debate sobre cuál es el combustible del futuro y los motores eléctricos se han posicionado como grandes ganadores en esta batalla, prometiendo ser una alternativa muy eficiente y respetuosa con el planeta.
Sin embargo, los motores eléctricos no son la única alternativa y no todos están convencidos de que sea la mejor, sobre todo en el último tiempo que las pilas de combustible de hidrógeno han cobrado más popularidad.
Y por otro lado tenemos a quienes apuestan por los motores de combustión, los cuales a pesar de ser contaminantes tienen algunas ventajas para los usuarios, por ejemplo que se recargan mucho más rápido y, queramos o no, los motores de este tipo abundan por las carreteras de todo el mundo.
Pero hay quienes han querido combinar la idea de tener un transporte ecológico, pero sin dejar de lado a los tradicionales motores de combustión y a pesar de que esto suena bastante contradictorio, al parecer si es posible.
Una apuesta por los motores de combustión
Cuando hablamos de coches de hidrógeno, generalmente pensamos en las pilas de combustible como las que utiliza este impresionante tanque de guerra, pero en realidad, el hidrógeno puede usarse directamente como combustible en motores de combustión interna.
De hecho, esta idea ha sido explorada por marcas como Toyota o Alpine, sin embargo, el término «combustión» no es bien visto por entidades como la Unión Europea quienes tienen la meta de prohibir este tipo de motores para 2035.
Pero Pierre-Jean Tardy, el ingeniero jefe de hidrógeno de Alpine, considera esta postura errónea ya que «El motor de combustión no es el enemigo, el enemigo son los combustibles fósiles» y explica que el objetivo del hidrógeno es usarlo para hacer motores de combustión libres de carbono.
La combustión en sí misma no contaminante cuando se quema hidrógeno, pues al combinar hidrógeno con oxígeno, el resultado principal es el agua, aunque también se liberan algunos óxidos de nitrógeno, pero según Tardy podrían reducirse con diversas tecnologías como la inyección de agua.
La llegada de una innovación
Pero la apuesta por los motores de combustión no se ha quedado solo en declaraciones, pues Alpine ya está trabajando en ellos y han creado el Alpine Alpenglow Hy6, un hiperdeportivo, que se espera para 2028.
Tiene una asombrosa potencia de 1000 caballos de fuerza y una velocidad máxima superior a los 320 km/h, pero la clave está en que Alpine cambió el motor turbo de cuatro cilindros por un impresionante V6 biturbo que funciona con hidrógeno.
Con este coche Alpine tiene 3 grandes misiones, la primera es elevar el estatus de la marca al nivel de los grandes fabricantes como Ferrari o Lamborghini, la segunda es servir como un «laboratorio del futuro» para toda la gama y la tercer es generar ingresos.
Hidrógeno vs electricidad
Estos avances y declaraciones nos hacen preguntarnos ¿El hidrógeno es mejor que la electricidad? ¿Cuál contamina menos? y aunque la respuesta a esto es muy compleja y probablemente no se llegue a un consenso, según Tardy, la clave está en la materia prima.
Si la electricidad proviene de fuentes altamente contaminantes, como el carbón, el beneficio se es mucho menor y a su vez si el hidrógeno proviene de combustibles fósiles también será contaminante, pero esa contaminación disminuye si se usa hidrógeno verde.
Probablemente el hidrógeno no reemplace a los coches eléctricos, sobre todo ahora que hay opciones mucho más económicas, sin embargo, la llegada del nuevo motor de Alpine nos demuestra que el potencial del hidrógeno es mucho mayor de lo que pensábamos y que se puede utilizar incluso sin decir adiós a los motores de combustión.