Wayne Griffiths es el presidente de las marcas de coches Seat y Cupra y ha advertido, de forma repetida, que España está en peligro de ‘perder el tren del coche eléctrico’. Para no hacerlo debe apresurarse a implementar más ayudas y aportar más infraestructuras.
El directivo lamenta que a España le falte un impulso decidido que se dedique al vehículo eléctrico, lo que pone al país el borde de que la producción de vehículos y los empleos asociados sufran un colapso.
Para Griffiths uno de los problemas es que dado que el país tiene una cuota anual de venta de este tipo de vehículos que es inferior al millón de unidades, es incapaz de liderar la movilidad eléctrica, puesto que la cuota de mercado de VE es inferior al 10%.
España se queda atrás en ventas de coches eléctricos
El consejero delegado de Seat y Cupra, Markus Haupt, considera que para acelerar las ventas de vehículos electrificados es necesaria una «mayor y más eficiente» infraestructura de recarga, pero también es «imprescindible fomentar políticas públicas que impulsen la demanda y garanticen que la transición sea justa para todos los actores de la cadena de valor».
«Sí, las ventas de eléctricos electrificados y 100 % eléctricos crecen. Pero no al ritmo que todos esperábamos, especialmente en nuestro país. Y todo el ecosistema a su alrededor también necesita acelerar», ha apuntado Haupt este miércoles en una intervención en el Foro Automoción organizado por La Tribuna de la Automoción.
El directivo, que ha destacado que el sector ha «hecho los deberes», ha puesto como ejemplo el caso de Portugal y su gestión de incentivos para la electrificación del parque de vehículos.
Infraestructura de recarga y políticas públicas para una transición justa
En este sentido, Markus Haupt ha explicado que el país vecino ha logrado que 1 de cada 5 coches nuevos sea 100 % eléctricos, alcanzando una cuota del 20 %, y que lo ha hecho con medidas concretas como la deducción del IVA para las empresas que compren un vehículo eléctrico y con la exención de impuestos como el de matriculación y circulación.
«Portugal es solo un ejemplo de los países europeos que están impulsando con ayudas directas la velocidad en la adopción del vehículo eléctrico», ha dicho. Así, ha apuntado que Europa en vez de «sobrerregular» debería impulsar la electrificación con procesos de decisión más «ágiles, flexibles y acordes a las necesidades de la industria y los consumidores».
«España tiene la obligación de impulsar la nueva era de la movilidad. No podemos perder el tren. Necesitamos que todos los aquí presentes, instituciones, industria y líderes empresarios, unamos fuerzas y nos lo tomemos en serio, muy en serio», ha añadido.
También ha señalado que aunque las ventas de electrificados crecen, los datos todavía muestran que se encuentran lejos de los objetivos marcados.
La apuesta industrial de Seat y Cupra por la movilidad eléctrica
Haupt ha explicado que la transformación de la movilidad eléctrica debe ser un proyecto de país donde deben confluir tres aspectos: visión estratégica, inversión sostenida y colaboración público-privada.
En el caso de España, el directivo ha destacado que cuenta con una ventaja competitiva como es el «enorme potencial» de las energías renovables. Respecto a las inversiones de la compañía, ha destacado que solo en Martorell han movilizado 3.300 millones de euros para transformar nuestra planta.
«Estamos preparados para empezar la producción en serie de los coches eléctricos urbanos para el grupo Volkswagen, un proyecto que hemos liderado con mucha ilusión desde Martorell y que contribuirá a la democratización de la electromovilidad en España y en toda Europa», ha dicho.
Así, ha señalado que, en plena «transformación sin precedentes del sector», los márgenes siguen siendo un gran reto, especialmente en los segmentos más accesibles.
Márgenes, suministro y retos de la nueva era del automóvil
«A esto se suman nuevas tensiones en la cadena de suministro que nos recuerdan la necesidad de un ecosistema mucho más flexible y resiliente. En este contexto, como sector, debemos actuar con visión y responsabilidad y ya lo hemos hecho», ha apuntado.
Hace falta una red de puntos de recarga que sean suficiente para dar servicio a un volumen adecuado de coches eléctricos y este es uno de los obstáculos que frena la expansión del coche eléctrico, sumado a la resistencia mental de los españoles y a las trabas burocráticas.
Griffiths también habló de la competencia china y de los aranceles que tiene la UE y advirtió que la situación podría ser aún peor si no se toman medidas adecuadas que permitan que las marcas europeas puedan competir. Seguir leyendo en EFE / ECOticias.com
















