Un país ha prohibido el uso de todos los vehículos. Esta medida desesperada tiene la ONU en vilo. El día sin coches es una buena idea para descomprimir la contaminación de algunos espacios. Sin embargo, hay un territorio que ha decidido dar un paso más. Busca dar prioridad a los desplazamientos a pie y en bicicleta frente a los vehículos particulares.
Cuando alguien compra su primer coche, pareciera comenzar un romance por carretera que se extiende hasta el momento de decir adiós. Sin embargo, ese cosquilleo que se siente con cada comienzo se va desvaneciendo con las desventajas de utilizar un coche propio, además de las emisiones contaminantes que expulsa y complican la salud de los seres vivos, incluso el ser humano.
Entre los inconvenientes del uso frecuente del automóvil encontramos la fatiga del conductor. Realizar largas distancias en coche es un factor real que influye en la persona que maneja, más allá de emitir gases contaminantes que dificultad la respiración. La conducción puede llegar a ser agotadora y la somnolencia fatal al volante. Los problemas de tráfico y los gastos adicionales cierran el círculo que convence al usuario de dejar el coche en casa y movilizarse en bicicleta, a pie o en transporte público.
Los vehículos de este tipo ya no pueden pasar por Etiopía
Etiopía es uno de los países menos desarrollados del mundo, según las estadísticas. Sin embargo, en algunos contextos, algunos consideran a este país de África Oriental como una potencia emergente. Presenta el crecimiento económico más rápido de todo el territorio africano subsahariano por la inversión extranjera proveniente de la expansión agrícola y manufacturera.
No obstante, las cifras per cápita y su índice de desarrollo humano presenta altas tasas de pobreza, un escaso respecto a los derechos humanos, una discriminación étnica generalizada y una tasa de alfabetización de tan solo el 49%. En cualquiera de los casos, es uno de los pocos lugares que se sostuvo aun después de la presión colonial, un hito del que su región está orgullosa.
Etiopía gastó casi seis mil millones de dólares en la importación de combustibles fósiles en 2023, y más de la mitad fue dirigido a combustibles para movilizar vehículos. Como respuesta a estos números, los Ministerios de Transporte y Logística de Etiopía anunciaron la drástica prohibición total de la importación de automóviles a Etiopía, a menos que se trate de modelos eléctricos.
De esta manera, estamos hablando de una prohibición parcial de nuevas piezas que no sean sostenibles. El resto del mundo ya plantea la prohibición de la venta de vehículos con motor de combustión, pero las fechas fijadas son las siguientes: en 2040 (en Centroamérica, India y varios países de África), en 2035 (en la mayoría de Europa, Estados Unidos, Japón, Singapur o Nueva Zelanda) o en 2025 (Noruega). Sin embargo, Etiopía quiere implementar esta restricción ahora mismo.
Etiopía prohíbe la entrada de vehículos que no sean eléctricos
El motivo principal de esta decisión responde a una grave escasez de divisas que afecta a su capacidad para importar petróleo y otras materias primas. Además, Etiopía ha estado invirtiendo grandes cantidades en su infraestructura energética durante los últimos veinte años, hasta el punto de que el 97% de la energía tiene su origen den energías renovables.
De hecho, Etiopía pronto inaugurará la central hidroeléctrica más grande de África, de 6.500 MW. Aunque esta modificación mercantil responde a la economía también tiene que ver con la estrategia en la que se lleva trabajándose en las últimas dos décadas. Si bien Etiopía parece estar apostando por el transporte eléctrico, la fiabilidad de su suministro eléctrico en algunas zonas todavía no es fiable del todo, un punto que se prevé ir mejorando con el tiempo.
En definitiva, Etiopía ha prohibido la entrada de todos los vehículos menos los eléctricos, adelantándose a los planes ya propuestos por Europa y otras naciones.