Los animales que se utilizan en estas competiciones son criados en jaulas de granjas cinegéticas, sólo las liberan para arrancarles las plumas de la cola, así el vuelo se les hace complicado por lo que son un blanco fácil para los que portan la escopeta.
Las sacan de la jaula en la que están confinadas, cuando aún están vivas se les arranca la cola para que no puedan maniobrar en el aire y convertirlas en un blanco fácil, las lanzan con el brazo al aire como si se tratasen de pelotas y les disparan sin piedad. El final no puede ser más cruel: mueren agonizando en el suelo tras caer desde una gran altura.
Este fin de semana (25 de febrero) comenzará el Campeonato de España de Blanco a Brazo, una modalidad del tiro al pichón que ya han prohibido comunidades como Cataluña, Canarias, Galicia o Baleares por su especial violencia, pero que en gran parte de nuestro territorio se sigue permitiendo. Lo llaman deporte, pero es una prueba más de la crueldad que se permite en nuestro país en nombre de una supuesta diversión que no tiene en cuenta la capacidad para sentir y sufrir de los animales.
El Partido Animalista seguirá exigiendo el fin de la caza, a través de iniciativas como la Ley Cero, así como la prohibición de estas prácticas crueles que cosifican a los animales hasta el punto de que son criados únicamente para ser lanzados al aire y dispararles sin compasión.
Los animales que se utilizan en estas competiciones son criados en jaulas de granjas cinegéticas, sólo las liberan para arrancarles las plumas de la cola, así el vuelo se les hace complicado por lo que son un blanco fácil para los que portan la escopeta. No tienen escapatoria. Se calcula que este es el destino de medio millón de aves al año.
Fuente: PACMA
