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sábado, junio 10, 2023

La Junta de Andalucía asegura que España apuesta decididamente por la declaración de Reservas de la Biosfera

Durante la inauguración del curso ‘Las Reservas de la Biosfera, instrumentos para la lucha contra el cambio climático, por el desarrollo endógeno y la conservación de la biodiversidad’, que organiza la Universidad Pablo de Olavide (UPO) en Sevilla, Espinosa ha señalado en declaraciones a Europa Press que, además, en España «ya se han incluido las reservas de la biosfera dentro de la ley 42/2007 de patrimonio natural y biodiversidad», y que por lo tanto, «está recogida dentro del ámbito jurídico».

   En este sentido, ha señalado que si una reserva ya es una figura de protección que engloba los valores naturales, «también engloba la conservación de los valores culturales de los territorios que albergan la reserva». «Una reserva de la biosfera no se concibe sólo con el territorio, si no con la interrelación del hombre con ese territorio y por eso está circunscrita al programa MaB (Programa El Hombre y La Biosfera, según sus siglas en inglés)», añade.

   Este programa que tiene la Unesco, gira en torno a la idea de que es posible la conservación de un territorio, «generando modelos de economía en su interior, que no sólo sean compatibles con ese territorio» si no, que además, según la directora general, «promuevan la conservación del mismo».

   De las 40 reservas de la biosfera que hay en España, nueve están en Andalucía y «están circunscritas sobre la base de espacios naturales», a excepción de la Dehesa de Sierra Morena, «que es mucho más amplia», o la propia Reserva continental del Mediterráneo, que abarca no sólo varios parques andaluces, si no que también, cruza el Estrecho de Gibraltar hasta llegar a Marruecos ocupando toda la zona norte, ha explicado Espinosa.

   Así pues, una reserva de la biosfera se trata «de lugares donde están perfectamente identificados modelos que conjugan la conservación del patrimonio natural con el desarrollo sostenible», donde se ponen en valor, no sólo, la conservación de la biodiversidad, si no también, «la conservación del patrimonio histórico y etnográfico del territorio, es decir las costumbres y diferentes tipos aprovechamientos», tales como, la ganadería, la apicultura, y las actividades de artesanía, que «son fundamentales para que se identifique una reserva de la biosfera y puedan ser concebidas como un todo», explica.

   Rocío Espinosa también ha informado acerca del programa Glochamore (Global Change in Mountain Regions), un proyecto de la Unesco, que a través del programa MaB, «está desarrollando un proyecto internacional de investigación y seguimiento del Cambio Climático Global en diferentes zonas montañosas del planeta. Este proyecto pretende desarrollar una estrategia para detectar señales de cambio global en ambientes de montaña. Además, Espinosa ha destacado la idoneidad de estos lugares para este tipo de estudios, ya que presentan «gradientes altitudinales», que reproducen cambios de forma más rápida y a una escala espacial menor que otros gradientes.

   Sierra Nevada figura entre las 28 Reservas de la Biosfera de Montaña mundiales seleccionadas por la Unesco para participar en esta Red Internacional. Este espacio natural protegido se erige como un laboratorio y observatorio natural del cambio global en el Sur de Europa.

   Por último, la directora general de Espacios Naturales de la Junta de Andalucía ha informado de que desde la consejería «se intenta promocionar las figuras de carácter internacional», entre ellas, las reservas «que reflejen muy bien los objetivos que nos marcamos», entre los que destaca «el desarrollado un sistema de indicadores ambientales para el seguimiento y evaluación de los efectos del cambio global en elementos naturales y socioeconómicos, a corto, medio y largo plazo».

ECOticias.com – ep

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