Este verano, el Parque de Monfragüe (uno de los principales espacios naturales de Extremadura) sufrió varios incendios forestales que comenzaron en las primeras semanas de junio y se extendieron rápidamente debido a las altas temperaturas, la escasez de lluvias y los vientos fuertes propios de la estación.
La combinación de estos factores hizo que las llamas avanzaran con rapidez, afectando zonas de gran valor ecológico y biodiversidad del parque. Zonas que ahora, y por si fuera poco, estarán a merced de la caza ante el anuncio de la posible autorización de esta actividad por parte del ejecutivo autonómico. El rechazo de los ecologistas es claro.
Parque Nacional de Monfragüe: primero las llamas y ahora la caza
La posible autorización de caza en el Parque Nacional de Monfragüe, una actuación que cuenta con el rechazo de las ONG ambientales, centró parte del debate en el último Consejo Extremeño de Caza. Según han informado este martes los colectivos ambientales en una nota de prensa, durante el encuentro, celebrado el pasado viernes en Badajoz, la Administración autonómica confirmó su intención de permitir «acciones de control» que incluirían monterías con perros de rehala en el interior del espacio protegido.
Esta medida, defendida por representantes del sector agrario y cinegético, ha sido duramente criticada por las ONG ambientales, que han advertido de sus riesgos para la biodiversidad, su incompatibilidad con la legislación vigente y el daño que puede ocasionar a la imagen del parque nacional extremeño. Las ONG ambientales alertaron, además, de que estas prácticas son incompatibles con la legislación de parques nacionales, generan «graves problemas de selectividad» al afectar a especies protegidas y alteran el comportamiento de la fauna.
Además, han indicado que suponen un daño a la imagen de Monfragüe y a la experiencia de los visitantes que acuden al enclave para la observación de naturaleza. De esta forma, han exigido que cualquier control de fauna se lleve a cabo «exclusivamente por agentes de medio natural o personal del Parque, sin participación de cazadores externos».
Durante la reunión también se abordaron otros asuntos relacionados con la gestión cinegética. En el caso de la tórtola europea, la Junta informó de que en la última media veda se autorizó un cupo de 6.621 ejemplares, de los cuales fueron abatidos 4.050. En este sentido, las organizaciones han cuestionado el sistema de control aplicado y han reclamado que los estudios poblacionales «no sean elaborados por entidades ligadas al sector cinegético, sino por instituciones científicas independientes».
En relación con el jabalí, la Administración regional confirmó que varios cotos han recibido ayudas de 3.000 euros, algunas destinadas a la instalación de comederos para esta especie, «pese a los mensajes oficiales sobre su superpoblación».
Otro a debate: zonas afectadas por los fuegos de este verano
Según las asociaciones ecologistas, la Junta admitió que no ha realizado seguimientos específicos en áreas afectadas por fuegos, aunque la normativa lo prohíbe, «alegando falta de efectivos por la dedicación de los agentes a labores de extinción». Ante esto, las ONG han reclamado la cobertura inmediata de plazas vacantes y han reiterado su rechazo a autorizar la media veda «mientras no existan medios suficientes para garantizar la vigilancia».
Por otra parte, las organizaciones han valorado la propuesta de crear brigadas especializadas de agentes para la investigación de incendios, el control de la normativa cinegética y la lucha contra el furtivismo. Finalmente, han insistido en la necesidad de reforzar la transparencia y han reclamado que la información cinegética anual de Extremadura se publique en la web de la Junta.
Como recuerdan los ecologistas, estos incendios han puesto de manifiesto la vulnerabilidad de espacios naturales como el Parque Natural de Monfragüe ante el cambio climático y la necesidad de reforzar las medidas preventivas y de concienciación ciudadana. Medidas entre las que consideran no debe estar esta posible autorización de la caza en estas más de 18000 hectáreas hogar de 300 especies (10 de ellas en peligro de extinción o en situación vulnerable). EFE / ECOticias.com